Con respaldo ciudadano, el magistrado electo propone una justicia cercana, sentencias pedagógicas y una Sala Superior orientada a garantizar estabilidad y legitimidad democrática
AquíNoticias Staff
Gilberto Bátiz García no quiere que su llegada al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sea sólo un cambio de rostro: quiere que sea un cambio de fondo. En entrevista con Voz y Voto, el magistrado electo defendió con firmeza los pilares de una nueva era judicial: legitimidad democrática, trabajo colegiado, justicia con pedagogía y cercanía con la gente.
Desde su primera respuesta, Bátiz es claro: no compitió por la presidencia del Tribunal, compitió por un mandato ciudadano. Y, si el INE ratifica su constancia y el Senado cumple con el acto republicano del 1 de septiembre, asumirá su función bajo una consigna: el voto del pueblo sí cuenta, incluso en la justicia.
“La gente no distingue personas, distingue instituciones”, dijo. Por eso insiste en una “colegialidad funcional” que supere las rencillas internas y devuelva a la Sala Superior su papel como faro de gobernabilidad, no como nota de escándalo.
Uno de los ejes más relevantes fue su defensa de la Escuela Judicial Electoral, no solo como semillero académico, sino como espacio de empatía ciudadana: “No basta formar cuadros, hay que formar criterio, vocación y conexión con los usuarios del sistema de justicia”.
Tampoco evadió los temas incómodos: la percepción de un Tribunal alineado con el poder, las críticas por sentencias controvertidas, los debates sobre libertad de expresión y el uso de redes sociales. A todo, Bátiz respondió con una idea central: el reto no es defenderse, es explicarse. Ser claro. Ser técnico, sí, pero también humano. Y no olvidar que “una sentencia no es solo un texto jurídico, es una decisión que transforma una vida”.
A menos de un mes de su llegada, Gilberto Bátiz dibuja la hoja de ruta de una justicia más austera, más eficiente y mucho más comprometida con las personas. Como él mismo dice: “La justicia no debe sonar a sentencia, sino a compromiso ciudadano”.