Grooming y ciberacoso: cuando el internet es peligroso para niños, niñas y adolescentes

Es importante optar por medidas que eviten interacciones indebidas con adultos que puedan poner en riesgo a las y los menores de edad

Lucero Natarén / Aquínoticias

El ciberacoso y el grooming son dos «monstruos» que acechan en el internet, los cuales pueden afectar tanto psicológica como mental y físicamente a los menores de edad. De no atenderse a tiempo podrían causar que niñas, niños o adolescentes (NNA) atenten contra su propia vida, exponen especialistas en ciberseguridad.

El grooming es cuando un adulto, mediante engaños, se gana la confianza y establece algún tipo de amistad con una niña, niño o adolescente a través de internet, sea por redes sociales, aplicaciones de mensajería, email, entre otros, con el fin de obtener materiales con contenido sexual, que consumen pederastas o en otros casos, caen manos de redes de abuso sexual contra menores de edad.

Quienes son víctimas del grooming son chantajeados y obligados a proporcionar material pornográfico. En casos de no ceder, los agresores amenazan con difundir la información obtenida mediante engaños. Incluso los delincuentes pueden solicitar encuentros físicos con las NNA para abusar sexualmente de ellos.

Para evitar que las niñas, niños y adolescentes sean víctimas de grooming se pueden tomar estas medidas: usar herramientas de control parental que permitan bloquear, controlar o limitar el uso de aplicaciones y contenidos en internet; configurar las opciones de seguridad de las redes sociales, juegos en línea o blogs que utilicen los menores de edad; informarse sobre las redes sociales que utilizan y con quienes se comunican, y por supuesto realizar un seguimiento de los hábitos de los jóvenes cuando usan internet.

Por otro lado, el ciberacoso a niños es otro riesgo en la red. Es una práctica que se da cuando una NNA está siendo molestado, amenazado, humillado, avergonzado o abusado por otra persona de su edad mediante medios digitales como email, mensajes de texto y/o audiovisuales, chats, interacción en redes sociales, videollamadas, entre otros.

El ciberacoso infantil se da, por ejemplo, cuando los menores de edad reciben mensajes hirientes, ofensivos, burlas, amenazas o insultos a través de aplicaciones de mensajería, hacen una publicación de ellos en redes sociales para exhibirlos en situaciones humillantes o embarazosas, reciben críticas en línea debido a su apariencia o clases social, por mencionar algunas situaciones.

Quienes son víctimas de grooming o ciberacoso se ven afectados en diversas maneras: emocionalmente (pierden interés de lo que les gusta), mentalmente (viven preocupados, avergonzados o enfadados) y físicamente (no duermen, sienten cansancio y pueden sufrir dolores de cabeza y estómago); en casos extremos estas situaciones los puede llevar a quitarse la vida.

Se puede identificar a una víctima de estos flagelos cuando no actúan con normalidad: viven con ansiedad, temor, agresividad o aislamiento. Los expertos recomiendan que para ayudar a quienes sufren estas situaciones se debe tener comunicación constante, crear un círculo de confianza, hacerles saber que no son culpables y ayudarles a entender que no están solos.

Si desea ayudar a los jóvenes a entender más sobre el grooming y cómo pueden protegerse, puede seguir las recomendaciones de la organización Save the Children que se encuentran en el siguiente enlace: https://bit.ly/3spUnwa. Si las madres y/o padres desean aprender cómo manejar mejor estas situaciones, en el siguiente enlace podrá encontrar algunos consejos: https://bit.ly/3mVbd4X.

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