Guerrero: «no es narcoguerra, es guerra por hambre»

Foto: Claudio Vargas

Los conflictos actuales en la sierra, no son entre cárteles, la «guerra» de los pueblos de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) es contra las bandas que asaltan, roban, cobran cuota y secuestran a la gente a causa de la pobreza originada por la disminución del precio de la amapola, reveló la población

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]a «guerra» de los pueblos de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) es contra las bandas que asaltan, roban, cobran cuota y secuestran a la gente cuando pasa por el tramo de Casa Verde a Filo de Caballos, no por la droga, aseguraron autoridades comunitarias de Tlacotepec, en relación con lo que declaró el domingo el Obispo Salvador Rangel Mendoza de que son gavillas las que están asaltando y robando orillados por la pobreza originada por la disminución del precio de la amapola.
Confirmaron que el secuestro del ex Alcalde de Heliodoro Castillo, Efraín Figueroa Durán y cinco civiles más el viernes pasado fue por gente de Filo de Caballos, para canjearlos por un familiar del grupo delictivo que opera en la zona, mismo que había sido detenido por la gente de Tlacotepec.
Consultadas vía telefónica, autoridades comunitarias que forman parte de la coordinación de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo, denunciaron que por la inseguridad en el tramo de Casa Verde a Filo de Caballos los centros y casas de salud y las escuelas están cerradas en las 240 comunidades de Heliodoro Castillo desde hace más dos meses, y que en Tlacotepec, funcionan parcialmente, solamente con el personal que es de allí.
Informaron que la grave situación en que viven ha sido puesta del conocimiento del Gobernador Héctor Astudillo Flores mediante un escrito firmado por aproximadamente 15 mil ciudadanos, así como a través del Diputado local del distrito 19, Olaguer Hernández Flores, a quien nombraron su enlace pero no han recibido respuesta.
Advirtieron que en los pueblos y en la cabecera municipal hay desesperación por la situación y que valoran como única alternativa la incursión armada al corredor de Xochipala a Filo de Caballos con el apoyo de 550 pueblos de los municipios de Heliodoro Castillo, Cuetzala, Eduardo Neri, San Miguel Totolapan, Apaxtla y Teloloapan.
El domingo el obispo informó que la violencia en la sierra ya no es por la siembra y el trasiego de la droga, sino por el hambre que ha provocado la disminución del precio de la amapola, lo que ha originado que se formen gavillas para robar y asaltar para poder sobrevivir.
Ayer fueron consultadas al respecto autoridades comunitarias de Heliodoro Castillo.
«En realidad nunca se ha peleado por la amapola, al gobierno le conviene decir eso. El problema de fondo de esta supuesta «guerra» es por el paso de Casa Verde a Filo de Caballos, allí se apostan las bandas que le están robando a toda la gente que sube a los pueblos de Tlacotepec, que es el centro donde llegan todos los insumos, comida y medicinas», contó un coordinador de la Policía Comunitaria».
Dijo que en esa ruta se roban todos los insumos, la comida, los camiones, la gasolina, y ese es el problema en realidad, no la amapola. «Hay mucha amapola pero no hay quien la compre, eso generó que el precio bajara mucho».

Agregó que ahora lo que quieren los pobladores son insumos, porque los hombres están migrando hacia Estados Unidos y mandan dinero, «pero aquí la gente no tiene qué comer, aunque tengan dinero no hay insumos o todo llega bien caro. Hay escasez alimentaria».

Escuelas y centros de salud cerrados
También por la inseguridad en el corredor de Xochipala a Filo de Caballos los centros y casas de salud y las escuelas de las 140 comunidades se encuentran cerradas.
Asimismo en Tlacotepec, la cabecera municipal, el Hospital Básico Comunitario que atiende a todas esas localidades y otras del municipio de San Miguel Totolapan funciona parcialmente, y las escuelas trabajan solamente con los maestros que son del pueblo.
«Al hospital a veces llega un doctor y trabaja unas horas y se va, de todos modos no hay medicinas ni insumos, nada», dijo el representante.
Contó que si alguien tiene algún enfermo o una mujer embarazada lo que hacen es correr hacia Apaxtla por un camino de terracería donde se hacen 4 horas en vehículo.
«Es una carretera terrible, se tiene que transitar por bajadas y hoyos tremendos. Imagínese llevar a una mujer embarazada es una cosa terrible, si nada más uno que va bien llega uno molido, ahora un enfermo. Eso es lo que le duele a la gente de aquí, que no hay forma de cómo llevar a los enfermos porque llegan allá peor».
Explicó que además de las mujeres embarazadas hay mucha gente que tiene diabetes y se los llevan graves por esa ruta.
Aseguró que en la cabecera municipal lo único que está funcionando es un farmapronto, a donde la gente acude a consulta o a comprar medicamentos pero la atención es deficiente e insuficiente.
Narró que esta situación ha ido empeorando por escalas y que comenzó desde cuando quemaron una Urvan de Tlacotepec en el sitio de Chilpancingo (en septiembre de 2017, «desde entonces sólo una parte de la población se atrevía a viajar por ese camino, y fue cuando empezaron a cobrar una cuota de 7 mil 500 pesos mensuales a los de las Urvan, nada más para poder pasar para llegar a Chilpancingo». Agregó que también comenzaron los asaltos y robos a los camiones de insumos.
Aseguró que el distribuidor de gasolina no alcanzó a pagar la cuota porque a él le cobraban 35 mil pesos por cada pipa que pasara por la zona, «ya no pudo pagar y dejó de vender gasolina y diésel. Entonces tuvimos que traer diésel y gasolina de Apaxtla en camionetas».
Explicó que la gente dejó de transitar de manera gradual y que actualmente ya no pasa prácticamente nadie por ese camino.
«El problema es por el paso no es por la amapola, no hay insumos, no hay comida, no hay médicos, no hay escuelas abiertas», se quejó.
Añadió que los que suben a vender verduras y frutas toman una terracería «que está terrible y que sale de Mezcala hacia Tlacotepec, o la otra vía es por Apaxtla. Son las dos vías que la gente hace llegar los pocos insumos a Tlacotepec, pero por lo mismo nos está llegando todo más caro». Por ejemplo, aseguró que un litro de refresco vale 4 pesos más que en Chilpancingo.
Otra autoridad comunitaria aseguró que el gobernador Héctor Astudillo está enterado de la situación porque hace aproximadamente un mes le enviaron un oficio con 15 mil firmas, pero que no han tenido respuesta.
Además informó que el gobernador sabe todo a través de su enlace Olaguer Hernández, «a él le pedimos que nos eche la mano con el gobernador y se le ha hecho llegar vía él la situación pero no hay ningún cambio, ninguna mejoría, a pesar de que dicen ellos que ya tienen blindado ese camino y que es seguro, ya vimos el viernes que no es seguro, se sigue secuestrando a la gente allí».
Informó que padres de familia han propuesto ir a bloquear la Autopista del Sol para llamar la atención de las autoridades, pero el problema es cómo van a llegar, si no pueden pasar por Filo de Caballos.
Enseguida advirtió: «La única opción es una incursión armada, es lo que estamos valorando. Vamos a tener que hacer una incursión total, hasta ahorita hemos estado haciendo incursiones esporádicas a modo de ir menguando su poder, pero creemos que el problema ha llegado a situaciones intolerables y vamos a terminar por bajar».
–¿Quienes realmente han incursionado en los pueblos de Xochipala a Filo de Caballos, policías comunitarios, pobladores armados o como dicen los de esta zona, son integrantes de un grupo delictivo?, se le preguntó al líder.
–Nosotros tenemos una organización de 550 pueblos y comunidades, incluyendo la cabecera municipal de Tlacotepec. Precisamente por eso hicimos esa unión, para que pudiéramos frenar primero el embate de la banda de El Tequilero, (Raybel Jacobo de Almonte), a La Familia Michoacana y la gente del Cártel del Sur que está acá abajo en Filo de Caballos.
«La unión la integran pueblos de Heliodoro Castillo, Cuetzala, Eduardo Neri, Teloloapan y Apaxtla. En esos municipios tenemos a gente capacitada para ese tipo de situaciones. La gente que mandamos a Filo de Caballos es gente seleccionada de los pueblos, es lo mejor de cada pueblo. De todas las comunidades seleccionamos a 5, 10 o 15 gentes capacitadas», reveló.
Añadió que es esa gente que ha entrado a los pueblos del corredor de Xochipala a Filo de Caballos, es «para frenar los embates de los grupos delictivos que operan allí, porque vemos que el gobierno cuando nos ve con uniforme de Policía Comunitaria con una escopetas, lejos de ayudarnos nos reprime, nos echa toda la fuerza de la ley, por eso todos los pueblos acordaron que como Policía Comunitaria ya no vamos a incursionar».
Además denunció que ven que existe complicidad entre la Policía Estatal y la gente que controla Filo de Caballos y Chichihualco, y reveló que por eso incursionaron en contra de la Policía Estatal Rural y la Policía Estatal el 5 de septiembre en La Laguna, en donde murió un policía estatal y hubo cuatro heridos.
Dijo que esa sólo fue una advertencia para que ya no sigan apoyando e esos grupos, «por eso se atacó al cuartel de la Policía Estatal Rural porque vimos el apoyo que le dan a la gente que asalta a quienes vienen para acá arriba».
Contó que la «advertencia» les resultó porque «nomas se les dio un llegue a su cuartel y ya no se han metido, ya se retiraron mejor, por lo menos ya no están apoyando a esos bandidos».

La intervención del obispo
La coordinación de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo informó que el jueves pasado el grupo delictivo que opera en Filo de Caballos secuestró al transportista de Verde Rico, Mario Ramírez cuando pasaba con un camión nuevo por Filo de Caballos.
Los delincuentes le robaron el camión y a él lo secuestraron y para su liberación pidieron a su familia que viniera alguien a negociar, entonces mandaron a Salvador Romero y también lo secuestraron.
Informó que al día siguiente los pueblos de Heliodoro Castillo mandaron a su gente armada a rescatarlos pero que ya no los tenían en la casa donde suponían que estaban, «y entonces nos trajimos al hermano del jefe que controla Filo de Caballos con la idea de negociar la libertad de los dos transportistas».
Sin embargo, «resultó peor» porque como tienen el control del paso, en venganza agarraron al ex presidente de Heliodoro Castillo, Efraín Figueroa Durán y a 5 personas más cuando «por pura desgracia iban pasando por Filo de Caballos».
Además dijo que el mismo viernes después de que se llevaron al hermano del jefe del grupo delictivo de Filo de Caballos, éstos quemaron vivos dentro de un carro a los transportistas Mario Ramírez y Salvador Romero, «y entonces tuvimos que negociar la liberación del ex presidente y de los otros cinco civiles que tenían allí, a cambio del que teníamos detenido», contó.
Dijo que en la negociación intervino el obispo Salvador Rangel, «él fue a hablar con ellos para llegar a un arreglo. Incluso vino a Tlacotepec a darnos las condiciones de ellos, que pedían que se pagara no sé cuánto dinero».
Pero declaró que no pagaron nada «porque se supone que es un paso libre, no tenemos por qué estar pagando cuotas ni nada».

(Con información de Sin Embargo)

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