La presidenta explicó que, tras las tareas de limpieza y restauración de servicios básicos luego del huracán John, ahora se enfocarán en la reconstrucción de viviendas y la revitalización de infraestructura, esenciales para la reactivación social y económica de las comunidades
Aquínoticias Staff
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció el fin de la emergencia en los estados de Guerrero y Oaxaca tras el devastador paso del huracán John. Sin embargo, dejó claro que este cierre de la fase de emergencia no significa el cese de apoyo para las comunidades afectadas. En su informe, Sheinbaum explicó que tras las tareas de limpieza y restauración de servicios básicos, el Gobierno de México avanzará a una etapa de apoyo focalizado en la reconstrucción de viviendas y la revitalización de infraestructura, áreas esenciales para la reactivación social y económica de las comunidades.
Para Guerrero, donde el huracán afectó a 51 municipios —con especial gravedad en 29 de ellos—, se ha destinado un presupuesto de seis mil 659 millones de pesos. A través del programa “Acapulco se transforma contigo”, la administración federal planea una estrategia integral en la que trabajarán en conjunto la Secretaría de Turismo, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo y los gobiernos estatales y municipales para impulsar la economía y restaurar el tejido social de la región. En Oaxaca, con 15 municipios gravemente afectados, la inversión alcanzó los mil 55 millones de pesos.
Desde el primer día de la emergencia, se desplegaron operativos coordinados por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Marina, desplegando más de siete mil elementos en la zona para asegurar ayuda inmediata. En estas operaciones se distribuyeron raciones de alimentos, agua potable y kits de higiene; además, se despejaron miles de metros de vías obstruidas y se atendieron cientos de viviendas y comunidades afectadas.
A través de un enfoque integral, el gobierno mexicano también emprendió un censo en 66 municipios, donde se han registrado más de 153 mil viviendas afectadas. Según la Secretaría de Bienestar, las familias con daños parciales recibirán montos que van desde 15 mil hasta 35 mil pesos, mientras que aquellos con pérdida total de sus hogares recibirán un apoyo de 60 mil pesos. El Gobierno de México ha señalado que la reconstrucción no solo busca restaurar viviendas, sino establecer condiciones de vida digna y segura para los habitantes de estas zonas.
El esfuerzo del gobierno federal se ha extendido al sector educativo y de salud. Con la colaboración de más de tres mil 900 profesionales médicos y la instalación de unidades móviles y un hospital temporal en Guerrero, se han realizado decenas de miles de atenciones y consultas, priorizando la salud de las personas afectadas. En el ámbito educativo, el gobierno reporta que el 97% de los planteles en Guerrero ya ha retomado clases presenciales, mientras que un pequeño porcentaje lo hace a distancia.
Sheinbaum reiteró su compromiso con el desarrollo sustentable y seguro de la región. Con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua y otras dependencias, se han rehabilitado sistemas hídricos cruciales, como la toma de agua Papagayo I y el acueducto de Acapulco. Este trabajo asegura el abastecimiento a miles de hogares, algo que fue especialmente prioritario en zonas de difícil acceso tras la destrucción causada por el huracán.
El sector turístico, pieza fundamental para la recuperación económica de Guerrero, será impulsado mediante el fortalecimiento de eventos internacionales y la rehabilitación de infraestructura turística. Según la Secretaría de Turismo, el plan incluye reuniones con empresarios y la coordinación de esfuerzos para realizar eventos que retornen el dinamismo económico al puerto de Acapulco.
Finalmente, la presidenta de México, acompañada de autoridades locales, estatales y federales, destacó que, además de los planes de reconstrucción, se implementarán políticas de prevención y mitigación de riesgos con la colaboración de la Coordinación Nacional de Protección Civil, entre otras dependencias. Este esfuerzo tiene como meta a largo plazo la reducción de vulnerabilidades ante desastres naturales, una tarea que busca dejar un legado de resiliencia y preparación en las comunidades del país.