Historia mexicana es exaltada en obra musical

«Evocaciones de México para piano y cuerdas», de Luis Navarro López, se presenta en público por primera vez, ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Chiapas

Aquínoticias Staff

La primera interpretación pública de «Evocaciones de México para piano y cuerdas», por la Orquesta Sinfónica de Chiapas, dirigida por Rogelio Maximiliano Flores Vergara, representó para Luis Navarro López, «una de las satisfacciones más anheladas como compositor»: entregar a través de la música su imaginario personal sobre «la fascinante historia de México».

Luis Enrique Navarro López, nacido en Culiacán, Sinaloa, es compositor, arreglista y maestro; licenciado en jazz, con especialidad en contrabajo, por la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, maestro en Música por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), de la que es docente desde el año 2006; cursó la cátedra extraordinaria Arturo Márquez de composición musical de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El estreno de «Evocaciones de México para piano y cuerdas» se dio el primer día de diciembre en el concierto «Evocaciones de México, dos siglos forjando patria», junto a «Estampas Nocturnas», de Manuel M. Ponce y Yashná, de Federico Álvarez del Toro.

 

La pieza de Navarro López celebra los doscientos años de vida independiente en México y representa los acontecimientos clave en su historia. Así, el primer movimiento intenta narrar la lucha por la independencia y el nuevo orden, el segundo movimiento representa el primero y segundo imperio mexicano.

El tercer movimiento, con un vals inspirado en Oaxaca y su musicalidad, tiene un carácter moderno y romántico, para expresar la época del presidente Juárez, hasta el fin del porfiriato; el cuarto movimiento es la representación de la cultura mexicana y fuerza presente, una fiesta de son y de baile.

Sobre la complejidad de componer una obra como ésta, el autor observa que «nada está improvisado, todo está escrito y perfectamente balanceado de manera que la armonía entre el piano y la orquesta de cuerdas esté siempre a la altura del discurso que a uno como compositor le interesa».

Explicó que «darle vida a una partitura que no tiene referencia alguna, pues es un estreno a nivel mundial, es un trabajo arduo y especializado», lo que implicó dedicación y esfuerzo colaborativo entre todos los involucrados.

«Quiero resaltar el estudio, la comprensión y la interiorización que hicieron de la obra los músicos de la sección de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Chiapas, así como su pianista, Alberto Abarca».

El autor consideró que esta pieza puede alcanzar un mayor nivel de expresividad al aumentar el número de cuerdas y utilizar un piano de cola, por lo que insistirá en que su creación «se toque, se siga ensayando y vaya formando parte del repertorio que festeja a las fiestas patrias».

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