Consejeros y descrédito
En próximo días se espera que el Instituto Nacional Electoral resuelva el procedimiento sancionador iniciado en contra de los consejeros electorales del Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, en acatamiento a una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La conclusión de dicho procedimiento —que por primera vez se ejecuta en la historia electoral del país—, debiera ser resultar ejemplar para evitar que los consejeros electorales de los organismos públicos locales (Ople) falten al cumplimiento de sus obligaciones legales, a los mandatos constitucionales.
Sin embargo, se teme que para sumar a la causa de su propio desprestigio el INE resuelva simplemente «sancionar públicamente» a los funcionarios electorales de Chiapas, garantizando de esta manera que permanezcan en sus cargos para calificar, pese a su descrédito, las próximas elecciones municipales extraordinarias y, lo que es peor, la elección de gobernador en 2018.
Resulta oportuno, entonces, enumerar algunas de las graves faltas que cometieron los consejeros electorales:
—Violación a la Constitución: Debiendo abstenerse de otorgar registro a las candidaturas de los partidos políticos que incumplieran el mandato constitucional que protege el principio de paridad de género, aprobaron dichos listados. Esta falta es verdaderamente grave pues se incumplieron obligaciones precisadas en la propia Constitución. No existe la posibilidad de equívocos en la interpretación o criterio de aplicación de dicha norma pues existe suficiente jurisprudencia como para que los funcionarios no hubieran errado. En términos claros, los consejeros electorales del IEyPC violaron el principio de legalidad.
— Violación al principio de certeza: El evidente manipuleo del programa de resultados electorales (PREP), contratado por el IEyPC, dio como resultado que los chiapanecos no conociéramos de manera pronta los resultados electorales de municipios importantes como, por ejemplo, el de la capital del estado. Inexplicablemente se dejaron de capturar decenas de actas de casillas por lo que el PREP cerró con apenas el 82 por ciento de la votación estatal, circunstancia que nunca se había visto antes. La autoridad administrativa (IEyPC) no garantizó el principio de certeza que debió documentar, precisamente, el programa de resultados contratado.
A lo anterior habría que sumarle que no se dio certeza a los chiapanecos que acudieron a las urnas pues nunca supieron exactamente por quién estaban votando para diputados por los principios de mayoría y representación proporcional, así como para planillas municipales, pues no se le dio máxima publicidad a los listados finales de candidatos. Por el contrario, la información escaseó a conveniencia del PRI y de PVEM, fundamentalmente, en detrimento del derecho de los chiapanecos de tener la absoluta certeza de por quienes ejercían su sufragio.
El listado de violaciones graves a la ley que cometieron los consejeros electorales es grande, lo que amerita su remoción e inhabilitación. El INE cometería un error grave si mantiene en sus funciones a los actuales funcionarios pues estaría mandando un mensaje al resto de consejeros de los organismos públicos locales de país de que es posible violar la propia Constitución sin tener un castigo ejemplar.
Igualmente grave sería que permanecieran en sus funciones para organizar y calificar las elecciones venideras. ¿Cómo podrían convocarse a la participación ciudadana en los próximos procesos si existe evidencia de que las actuales autoridades faltaron a los principios rectores de la función electoral, de que se prestaron a la manipulación de algunos partidos? El INE tiene la palabra pues una decisión equivocada abonaría a su creciente descrédito ante los mexicanos.
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La semana pasada dos publicaciones cumplieron su segundo aniversario de existencia. Me refiero al diarioContrapoder, que el próximo jueves celebrará con una comida y el portal Chiapas Paralelo. Ambas medios resultan fundamentales para entender la realidad de Chiapas. Felicidades a los directivos y colaboradores de ambas publicaciones.
