El perrito tímido que fue rescatado bajo la tormenta, hoy luce más seguro, con mejoría en su salud y bajo el cobijo y cariño de una familia que no sólo le ha dado un hogar temporal, sino que ha decidido quedarse con él permanentemente
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Ya les había platicado que Ainer y yo rescatamos a un perrito el pasado 25 de junio, días después se enfermó y tuvo que quedarse bajo supervisión en una clínica para animalitos, y desde que salió regresó a casa con nosotros para llevar a cabo un tratamiento de 30 días.
Finalmente cumplió los días establecidos por los veterinarios, a la par de que hizo un mes con su nueva familia (nosotros) porque, aunque al principio habíamos acordado que le conseguiríamos un hogar fijo para que se lo quedaran, en el proceso nos fuimos encariñando y él comenzó a sentirse cómodo con la compañía de Ainer, Floyd y la mía.
Aunque a veces hay días malos, pues amanece con menos ánimo y sin querer comer mucho, hace una semana lo llevamos al veterinario -pues nos preocupó que no comió durante todo el día-, sin embargo, le volvimos a hacer estudios y había mejorado y subido de peso un kilogramo y nos explicaron que habría días en que se sentiría mal, pero era parte del proceso.
Hope se ha adueñado de muchos de los objetos que antes ocupaba Floyd dentro de nuestra pequeña casa, pero principalmente de los platos para comida y agua, y Floyd como siempre no se disgusta, excepto con sus juguetes y eso ha quedado muy claro entre ambos, también.
Estamos contentos de haberle ofrecido un hogar y sobre todo nuestro cariño, a cambio él nos mueve la colita de felicidad y nos acerca su carita para que le rasquemos (es un hermosooo).
Todos sabían (sabíamos) que Hope se quedaría en casa, sólo necesitábamos conocerlo más, para enamorarnos completamente y decidirnos adoptarlo.