Trabajadoras de la dependencia aseguran que sufren hostigamiento y acoso laboral por parte del director general y la administradora de la dependencia
Sandra de los Santos / Aquínoticias
En el Instituto Chiapaneco para la Educación de Jóvenes y Adultos (Icheja) del 2016 a la fecha han pasado tres administraciones, pero en todas ellas ha sido lo mismo para seis trabajadoras de esa dependencia, que han denunciado hostigamiento y acoso laboral.
Algunas de ellas presentaron denuncias ante la Secretaría de la Función Pública y la Auditoria Superior del Estado por desvío de recursos por parte de funcionarios de la dependencia y eso les ha valido vivir un hostigamiento constante de parte de sus superiores directos y sus propios compañeros, quienes son instados para ejercer violencia contra ellas.
El Icheja, recibe cada año una partida de alrededor de 127 millones de pesos, para pagar a las llamadas figuras solidarias. Es un recurso que es a fondo perdido y no es auditable. Ese fondo sirve para pagar a las y los asesores voluntarios, aplicadores de evaluación, promotores y apoyo técnico. Ese personal es para estar en campo.
De manera discrecional se otorgan esos recursos a personas que no realizan esas funciones. En el mejor de los casos hacen otras tareas para funcionarios del propio instituto, pero en otros lo que sucede es que son «aviadores», según han denunciado estas trabajadoras de manera reiterada a las instancias encargadas de vigilar los fondos.
Para muestra de que los fondos no son utilizados para lo que fueron designados es que el índice de analfabetismo en Chiapas no ha disminuido en los últimos años. La entidad continúa siendo el lugar con mayor número de analfabetas en el país, señalan.
Las empleadas denunciaron que el director del Icheja, Guztavo Gómez Ordóñez; y la administradora de la dependencia, Fancy Beatriz Torres, quien lleva tres administraciones en el cargo, se han coludido para hostigarlas.
Aunque cada una tiene casos diferentes, las personas que las violentan son las mismas: les levantan actas administrativas, les niegan sus derechos laborales, les descuentan de su sueldo sin justificación, son instaladas en sitios no aptos para ejercer su labor y les niegan permisos que les corresponden.
Las seis trabajadoras temen que denunciar de manera pública la situación haga que se recrudezca su situación al interior de la dependencia por eso prefieren que sus nombres no sean públicos; pero, solicitaron tanto al gobierno federal como estatal hagan una revisión exhaustiva de las finanzas en el Icheja así como las condiciones laborales de las y los trabajadores.