Docentes de escuelas públicas en Chiapas señalan que cumplir con infraestructura inclusiva, va más allá de la construcción de rampas o barandales para ayudar a personas en silla de ruedas
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Aunque cada vez son más las escuelas que brindan educación inclusiva, la realidad es que un bajo número de instituciones en Chiapas cuentan con instalaciones óptimas para proporcionar educación a todas y todos los estudiantes con cualquier tipo de condición.
La Escuela Primaria Juan Benavides en Tuxtla Gutiérrez, cuenta con rampas para personas en silla de ruedas, no obstante, Salvador Pérez González, director de este centro educativo en el turno matutino, menciona esto no resuelve todas las necesidades.
«Todos los alumnos tienen acceso a esta institución educativa y privilegiamos la inclusión siempre y cuando existan los espacios, tenemos quizá a uno o dos niños con discapacidad física, pero es de las dependencias encargadas de la educación la responsabilidad de que las instituciones cuenten con ello», dijo Salvador Pérez González.
La inclusión educativa quiere decir que el sistema debe adaptarse a las necesidades de cada niña, niño y joven y no al revés. Las instituciones deberían de contar con personal capacitado, pero, además, tener infraestructura para cualquier alumno con condiciones especiales, sin embargo, aún se carece de estos lineamientos, pero instituciones han trabajado en ello.
También se debe contar con servicios básicos como electricidad, agua potable, saneamiento y espacios recreativos para el convivio y el juego.
Cabe mencionar que la educación inclusiva es el modelo que busca atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, niñas, jóvenes y adultos con especial énfasis en aquellos que son vulnerables a la marginalidad y la exclusión social.