Infancia tras las rejas

Un reporte elaborado por la CNDH revela que en los penales de Chiapas hay 23 niños y niñas que viven con sus madres privadas de su libertad, sin embargo se enfrentan a una serie de condiciones que dificultan el acceso a una vida digna y segura

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]as condiciones en las que las mujeres que viven privadas de su libertad en penales de Chiapas tienen que mantener a sus hijos e hijas ha alertado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El reporte «Condiciones de Hijas e Hijos de las Mujeres Privadas de la Libertad en los Centros de Reclusión», elaborado por este organismo, reveló que en los últimos cuatro años el número de menores que viven con sus madres en diversas cárceles del país se ha duplicado ya que actualmente se contabilizan a 618 niños y niñas en estas condiciones.
La CNDH ha encontrado que a nivel nacional persisten una serie de condiciones que dificultan una vida digna y segura, así como de situaciones que vulneran los derechos humanos de las hijas e hijos de las mujeres privadas de la libertad, destacándose sobre todo las siguientes: Insuficiencia de infraestructura que garantice una estancia digna; Deficiencias en el servicio médico y en educación inicial y preescolar; Deficiencias en la alimentación; así como Inadecuada atención y clasificación. En el caso de Chiapas, la CNDH reporta que hay 21 que viven con sus hijas e hijos, mismos que suman 23 en total. En este sentido, ha detectado que los espacios son notoriamente insuficientes y el hacinamiento se hace presente de manera importante; y es que únicamente hay ocho espacios en dormitorios para todos los menores.
En este sentido, el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados Núm. 14 el Amate, es el único penal de la entidad que cuenta con las condiciones mínimas adecuadas para las mujeres y sus hijas e hijos, no obstante, se detectaron deficiencias en la alimentación, ya que la elaboración y distribución de la comida se realiza en condiciones insalubres.
Asimismo, señala que tanto El Amate como el Centro de Reinserción Social No. 4 Femenil, en Tapachula, cuentan con deficiencias en los servicios de educación inicial y preescolar. La entidad chiapaneca, además de Veracruz, Nuevo León, Morelos, Hidalgo, Guerrero y la Ciudad de México, es donde se ha detectado que las internas viven con más de un hijo.
A través del informe, la CNDH manifestó su inquietud por el trato que se da a estos menores, pues en la mayor parte de las correccionales existen violaciones a sus derechos humanos, siendo la ineficiencia de infraestructura el principal obstáculo para tener una vida digna y segura.
Además, la CNDH precisó que existe una tendencia de crecimiento entre el cuatro y cinco por ciento en la población femenil dentro de los centros penitenciarios, actualmente de los 379 con los que cuenta el país, 16 son exclusivos de mujeres y 198 son mixtos.
La Comisión propone mejores espacios para quienes se encuentran en alguna etapa del embarazo, lactancia o quienes tengan viviendo con ellas a sus hijas o hijos y una planeación presupuestal multianual para tener instalaciones exclusivas para mujeres.

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