La vestimenta zoque en Tuxtla ha cambiado a través de los siglos. La técnica que se pretende conservar es de mediados del XX
Sandra de los Santos / Aquínoticias
El bordado tradicional zoque Tuxtleco, que se usaba con frecuencia a mediados del siglo pasado, está, prácticamente, en peligro de extinción. Aunque la técnica es igual a la que se usa en otros municipios zoques, parte de la iconografía que se borda cambia explica José Alonso Ambrosio Ríos, integrante de la cooperativa «Teok Tajku», que en zoque significa «casa de tejer».
Esta cooperativa, conformada por mujeres y hombres, intenta rescatar el bordado tradicional zoque Tuxtleco mediante talleres, proyectos de investigación y la difusión de la actividad. Por eso iniciarán el primer taller en línea de bordado zoque, el cual se realizará durante cuatro sesiones en el mes de agosto.
José Alonso es biólogo de profesión, pero es danzante en las fiestas tradicionales de la mayordomía zoque de Tuxtla desde hace 18 años. Para la danza que se realiza en honor a San Roque se usa un «Cotopayú», que es una capa ceremonial, que es bordada con la técnica de «punto de lomillo», la cual se utilizaba antes en la vestimenta de las mujeres y hombres zoques de esta ciudad.
El punto de lomillo es un derivado del conocido punto de cruz europeo y es utilizado en diferentes regiones del país ya que fueron los españoles, quienes introdujeron la técnica. Sin embargo, la iconografía que se utiliza en Tuxtla es diferente, inclusive, hasta de otros municipios zoques donde también se usan los mismos colores.
«No encontraba quién me podría bordar mi cotopayú así que tuve que aprender, me enseñaron los maestros danzantes, quienes habían aprendido con otras maestras bordadoras e investigando» explicó José Alonso.
Desde ese entonces se ha dedicado a investigar sobre este bordado, fundó la cooperativa y ha dado talleres para que no se pierda este legado.
«Hay poca investigación sobre la vestimenta de los zoques, que ha cambiado así como el bordado. Se dice que este punto de lomillo o también conocido como punto de trenza lo aprendieron las Tuxtlecas con las mujeres de Chiapa de Corzo por eso es que se dice que se trabaja con tiras de contado» contó el bordador.
En algún momento la vestimenta de la región se hacía con telar y brocados, luego se fue mudando al bordado a mano con este llamado punto de «lomillo», posteriormente, se fue abandonando para dar entrada a las blusas que se realizan en Chiapa de Corzo con bordados a máquina, y en la actualidad es más común las blusas campesinas con pasa listón, que se utilizan solo en fechas en específica.
Si bien, antes eran solo mujeres quienes se dedicaban al bordado en Tuxtla, ahora, quienes están tratando de rescatar esta tradición es un grupo conformado tanto de hombres como mujeres organizados en esta cooperativa.
Para saber más información sobre los cursos, talleres y actividades que realizan se puede consultar sus redes sociales o llamar al 9612067632.
