Seis familias tuvieron que refugiarse en Teopisca por las agresiones que sufrieron
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
En medio de la contingencia sanitaria y de las semanas más críticas del COVID-19 en Chiapas, seis familias pertenecientes a comunidad San Gregorio las Casas del municipio de Huixtán fueron desalojadas de manera violenta debido a problemas de intolerancia religiosa, ya que otro grupo los condenaron por practicar la religión evangélica.
Eduardo Hernández Bonifaz, quien ha dado acompañamiento desde hace más de 20 años a personas desplazadas por intolerancia religiosa, señaló que desde años atrás se habían presentado problemas en esa comunidad, pero ahora se recrudecieron.
«Les quitaron la luz, el agua, los metieron ocho horas sin brindarles alimentos, metieron a una mujer a la cárcel y les estaban pidiendo dinero, el gobierno del estado está enterado, hubo una mesa de negociación que iba a encabezar el presidente municipal de Huixtán, pero la diputada Paty Mass me informó que la cancelaron», explicó Eduardo Hernández Bonifaz.
Las 40 personas, que conforman las seis familias, tuvieron que desplazarse a la comunidad de Betania en el municipio de Teopsica. Su situación es difícil y en el contexto de la pandemia lo es más.
El asesor de las personas desplazadas aseguró que en estos 20 años de trabajo ha registrado 24 casos de intolerancia religiosa así como la instalación de siete albergues improvisados en diferentes lugares de la región Altos de la entidad.
En Chiapas, miles de personas se encuentran en desplazamiento forzado por problemas electorales, por agresiones de grupos armados, problemas territoriales e intolerancia religiosa.