El abordaje de Morena
Si la popularidad de Andrés Manuel López Obrador alcanza para que, en su cuarto año de gobierno, siga liderando la agenda pública de México –y el mundo— entonces es preciso ver con toda claridad que la consulta de revocación de mandato será más que un «ejercicio democrático inédito», una prueba de fuego que Morena no puede darse el lujo de perder, incluso a pesar del INE y de que no le saldrán las cuentas alegres.
¿Entonces dónde está la crisis del partido en el poder?, en sus componentes originales, históricos, fundacionales, que están siendo rebasados por los recién llegados al barco en plena ultramar: los que van a querer el timón, los que no quieren hacerla de simples marineros y de los expertos navegantes que saben leer los temporales que vienen.
Algo tan simple y lógico como le sucedió al PAN en el 2003 y 2009 y al PRI en 2015, cuando las elecciones intermedias renovaron la Cámara de Diputados: arribaron piratas de otros partidos, que venian de todas las estirpes, verdaderos capitanes y harto polizón que terminó por desfigurar el proyecto político del PAN, PRI y que, no se duda, harán naufragar a Morena.
La consulta para la revocación de mandato del próximo 10 de abril es todo un reto que no pueden perder, pero de todos modos lo van a perder, porque no le dieron todo el dinero que requería el INE para realizar un proceso electoral cómo debe de hacerse y entonces, han comenzado a echarle la culpa desde este mismo momento, con toda la intención de justificarse que no alcanzaran los 18 millones de votos por el SI que requieren para hacerlo vinculante.
Si pierden, no quiero imaginar el borlote que se armará: no van a perder 18 millones de votos contra un NO pero, en el hipotético caso de que sucediera, quiero ver lo que han señalado los analistas más sesudos de la crisis constitucional en la que derivaría una rebatinga por el interinato.
Y ahí es donde este abordaje pirata a Morena sucede en medio de las turbulentas aguas de medio sexenio: en Chiapas han comenzado a sumar a todo aquel que se deje y desde la más alta representación política, no hay una definición clara, que contribuye al avasallamiento y al desorden al interior de un partido oficial que no tiene timonel, sólo un mozo de cubierta que nunca ha sabido qué hacer con la dirección del barco y nunca se ha sabido ubicar en el momento histórico que se vive.
Base de datos…-
Todos los alcaldes morenistas de Chiapas van a comenzar a jugar a favor de Zoé Robledo en los próximos meses y deberán estar alineados antes de concluir el año, con la intención de cerrarle paso a Eduardo Ramírez Aguilar con miras al 2024 en una eventual alianza con PVEM; sin embargo, la terquedad de José Antonio Aguilar Castillejos, el super delegado, ya comenzó a hacerse evidente, porque de la intención de convencerlos por la vía de la diplomacia política, ha brincado a la amenaza tal cual, directa, sin cortapisas, con un argumento matón: «yo soy el próximo» y nadie se atreve a decirle lo contrario.*
Resulta y resalta –dijera un conocido de la radio— que fue Cecilia Flores Pérez, de Secretaria General de Gobierno, quien logró la liberación de los retenidos de la empresa la Y Griega (y otras más) que estuvieron un par de meses atrapados en Altamirano por el pleito de los Kanter que quieren perpetuarse en el poder; lo bueno que hubo quien logró encontrar la llave y consiguió la liberación inmediata de los trabajadores, aunque ya se estaban tardando.*
Resulta que en el pleito al interior del Congreso del Estado, entre Yamil Melgar Bravo y María de los Ángeles Trejo Huerta, la JuCoPo y la Mesa Directiva, respectivamente, el verdadero factor de cohesión, acuerdo y conducción política resultó Felipe Granda Pastrana, el diputado local por la ciudad que ha vuelto a darle brillo a la Comisión de Hacienda a la que llegan a cuadrarse todo mundo y que ha sabido aprovechar el empresario que tiene la mira puesta en el 2024 sin nadie que se interponga en su sueño de gobernar la capital.*