Mujeres políticas violentadas: siguen las “juanitas”
Discursos van y discursos vienen, al igual que firmas y firmas de convenios para la capacitación, sensibilización y promoción a la participación libre e igualitaria; sin embargo el tema de la violencia política en razón de género sigue presente, sobre todo en los municipios, donde alcaldesas, síndicas y regidoras son violentadas mientras partidos políticos y organismos electorales se hacen de la vista gorda.
Para nadie es secreto que persiste el tema de las “juanitas”, mujeres que son las presidentas municipales legalmente, pero que en el ejercicio de funciones quien manda y dispone es la pareja sentimental, y no sólo en los lugares con población indígena, también en municipios donde solo cumplieron con la cuota de equidad.
Existen casos documentados donde el alcalde, niega todo derecho a la síndica o la regidora, como sucede en el municipio de Cacahoatán, donde el edil, Víctor Pérez Saldaña, le quitó de manera arbitraria la oficina a la síndica, Yenifer Morales, quien ya actuó en consecuencia y denunció ante la Fiscalía General del Estado pero por lesiones y amenazas; mientras que el IEPC que es dirigido precisamente por una mujer; Magdalena Vila, duerme el sueño de los justos y se escudan en la no denuncia de las afectadas.
Desafortunadamente también los grupos de mujeres, muchas veces solo están de membrete en la aplicación de cursos y firmas de convenios, tomando el feminismo como una moda y a conveniencia, mientras dejan ser a los alcaldes hombres lo que quieran, pues así conviene más a sus intereses.
Otro ejemplo de la violencia política presente en las administraciones municipales se da en Tapachula, donde el alcalde, Yamil Melgar Bravo ha violentado los derechos de la síndica, Clotilde Ortiz, le ha quitado hasta el derecho de firmar cualquier documento oficial, le niega información, no la invita a ninguna reunión, ignorándola de la manera más misógina y vil que puede haber.
En tanto, la funcionaria tiene que enterarse por terceras personas de las actividades que están llevando a cabo en el municipio. Estos casos deberían seguirse de oficio, pues muchas veces los partidos o aliados políticos hombres en el poder impiden la denuncia.
Melgar Bravo, se supone no es ningún improvisado, conoce perfectamente el tema de violencia política, fue presidente de la Jucopo en el Congreso del Estado, entre otros cargos en la administración pública e incluso ha firmado esos dichosos convenios con los que solo gastan dinero, pues en la práctica, le insisto que no han servido de mucho.
Ojalá que esta Síndica, se decidiera a denunciar, sobre todo porque se está en la antesala del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y no dude saldrán los grupos de mujeres a apoyar, aunque lamentablemente estas no siempre están atentas.
Aunque claro está ahora hay otras funcionarias como el caso de Dulce Rodríguez Ovando, titular de la Semuigen, de quien se espera haya el acompañamiento para quienes sufren violencia política en razón de género, no como sucedía antes, que María Mandiola, ahora diputada local, no se daba ni por enterada.
Ojalá el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) también actuara un poco más en el tema y evitar así se sigan dando estos casos, donde las mujeres son obstaculizadas para desarrollar sus actividades.
BASE DE DATOS…-
Actualmente en Chiapas, existen 24 mujeres como presidentas municipales para el periodo 2024-2027, de las cuales 22 fueron electas por votación y 2 a través del Congreso del Estado, habría que ver cuántas de estas alcaldesas son “juanitas”, que no dude las hay unas por gusto y otras porque son obligadas.*
El alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Ángel Torres continúa con el programa de construcción de calles en este municipio, en lo que va del año se han autorizado la construcción de más de 20 calles en 17 colonias de la capital.*
En el Poder Judicial está en marcha la campaña “la justicia es la paz”, para poder consolidar el humanismo en la entidad, ante lo cual el presidente Juan Carlos Moreno Guillén, dejó claro que será para pueblos originarios; las comunidades; las mujeres; los adultos mayores; las personas con discapacidad; y sobre todo, para generaciones futuras; en armonía con los ancestros, en apego a las tradiciones, inspirados en los ideales y en razón a la historia.*