No perder el propósito
El pasado fin de semana se reunió la crema y nata de Morena, a donde acudieron casi todos los consejeros, se dice que sólo llegaron 80, el resto, al parecer no fue convocado a la sesión donde el invitado principal fue el gobernador Eduardo Ramírez, ante quien se quitaban ─todos─ el sombrero, hasta aquellos que hace un año no lo querían ver ni en pintura y no irían con él ni a la esquina.
La idea era salir fortalecidos como partido, pues para nadie es un secreto que al interior hay fuerte división y muchos grupos, donde el que menos pinta es el líder estatal Carlos Molina Velasco, quien siempre aparece solo en las fotos de los eventos y distanciado de la militancia, pero con la marca personal del Grupo Tabasco en la frente.
Así quedó demostrado quién manda en Morena, y no es precisamente el dirigente estatal, a quien muchos proyectan se irá cuando termine su periodo, según los estatutos, pero que tuvo la presencia de quienes se dicen podrían ocupar su lugar o de quienes se mueren por hacerlo, como el diputado “Tómbola”, Guillermo Santiago, quien cree merecer todo y nada ha hecho para ello.
Así, ante la presencia de los militantes de Morena, sirvió de escenario para que el gobernador Eduardo Ramírez planteara la importancia de implementar acciones acordes a los objetivos con los que trabaja.
Ahí, rodeado de consejeros que no daban ni un peso por él, pidió no perder el propósito de su movimiento y caminar de la mano con el pueblo; sólo se espera que los ahí presentes hagan caso del llamado, porque este partido que a nivel nacional ha tenido muchos tropiezos es con el que enfrentará un proceso electoral en el 2027, el cual ya tienen ganado muchos espacios porque no hay oposición, ni siquiera pintan.
BASE DE DATOS…-
Cuando hablan de “apestados políticos” que son “remoras” del sistema, no dejen de apuntar a la frustrada porque no logró nada en este sexenio Paola Villamonte, a Checo Aguilar Rivera y al diputado Jesús Domínguez Castellanos, además de Isidro Ovando, Fredy Escobar Sánchez y Sonia Eloína, quienes son el ejemplo viviente de lo más podrido del sexenio anterior.*
Un apestado político que aspira a más y tiene un mínimo de porcentaje de lograrlo es Joaquín Zebadúa, otro bueno para nada que anda mendigando que lo quieran ─precisamente─ porque ya no lo quieren en ningún lado, menos Zoé Robledo a quien le ganó jurado lealtad eterna.*
Las legisladoras locales de Morena, Marcela Castillo y de Movimiento Ciudadano, Andrea Negrón, han perdido toda brújula política y hoy más que la “revelación” de legisladoras con la cuál irrumpieron en la presente legislatura, están reducidas a “aplaudidoras” del sistema porque ya no tienen nada más qué aportar.*
Sería ingenuo suponer que Mario Guillén no tiene una agenda política propia y que entre él y Fernando Bermúdez, el actual Jefe de la Oficina del Gobernador, hay conflicto de intereses, cuando son del mismo grupo, pues ellos servirán donde consideren sea el mejor espacio para apoyar a quien se deben.
