A diferencia de los juguetes comerciales, los de madera son más baratos, duraderos y permiten estimular la capacidad e imaginación de los pequeños
Elizabeth Marina / Portavoz
[dropcap]L[/dropcap]os hay de todas las formas, tamaños y colores. Por décadas cautivaron a chicos y grandes; sin embargo, la era de la tecnología está marchitando la imaginación de los más pequeños y los lleva a una realidad virtual que deja atrás a una de las expresiones más representativas de los pueblos mexicanos: los juguetes tradicionales.
Los trompos, baleros, carritos de madera y pirinolas están quedando en el olvido, la preferencia de los niños y niñas por los artículos electrónicos los sustituye por celulares, tabletas, Xbox y un sin fin de aparatos electrónicos que los traslada a una realidad virtual que amenaza con adormitar su imaginación.
La mercadotecnia y el consumismo han influido para que los pequeños los consideren atractivos, por lo que cada año son más los mercados y artesanos que se ven obligados a guardar estos coloridos objetos populares ante la poca demanda.
Sin embargo, aún hay mucho por hacer para recuperar la popularidad de los juguetes de madera y revivir la infancia basada en la imaginación, destreza y convivencia de los pequeños.
Tradicionales vs comerciales
Diciembre y enero son los meses favoritos de las tiendas departamentales, es común ver los anaqueles repletos de juguetes comerciales, que en su mayoría sobrepasan los 350 pesos.
Y aunque muchas familias consideran que son juguetes de poca calidad y que además tienen un precio –en ocasiones– excesivo, está comprobado que cada vez son más los menores que se ven atraídos a ellos por la tecnología, y el impacto que esta tiene en la forma en que los niños y niñas del siglo XXI juegan.
De acuerdo con un estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el 97.9 por ciento de la población considera que la tecnología ha repercutido en el imaginario social de los niños hacia los juguetes.
A través de una encuesta realizada a 600 ciudadanos, GCE determinó que 14.1 de la población considera que la tecnología tiene bondades y desventajas para los niños, siendo en su mayoría, mujeres quienes opinan que su uso no es favorecedor en los menores.
Según 96 de cada 100 mexicanos, opinan que los niños modernos invierten la mayor parte de su tiempo jugando con tabletas o teléfonos inteligentes, y el 92 por ciento aseguró observar que la mayoría de los menores se divierten más con videojuegos.
Económicos y duraderos
Una de las principales características de los juguetes tradicionales es su precio. Aunque son objetos que poseen un gran valor artístico, sus fabricantes venden el producto a un precio bajo.
Además, al ser elaborados principalmente con madera, permiten al objeto tener una larga vida, sólo es cuestión de retocar el color en caso de que perdiera su tono y el juguete automáticamente volverá a verse como nuevo.
En los mercados populares, estos juguetes pueden ofertarse desde los 15 pesos y llegar a tener una duración de más de cinco años –en caso de tener un uso excesivo– de no ser así, el juguete puede persistir por muchos años más.
Por el contrario, la mayor parte de los juguetes comerciales son caros y desechables, principalmente los mecánicos, que tras unas horas de juego tienden a convertirse en juguetes inservibles.
Especialistas aseguran que un menor necesita jugar con objetos de diferentes formas, texturas, colores y funciones, esto para estimular su capacidad e imaginación, permitiéndole descubrir y cultivar habilidades importantes en su desarrollo.
Reyes magos tradicionales
Los Reyes Magos están por llegar y sin duda, la tecnología encabeza el top ten en su lista de regalos pero los juguetes de madera pueden ser la mejor opción para economizar en la tan temida cuesta de enero.
Para algunas familias es difícil visualizar a los Reyes sin juguetes comerciales pero existen mercados locales que ofertan un sin fin de juguetes de madera que pueden ser la mejor alternativa luego del golpe a los bolsillos que trajo el incremento en el precio de la gasolina, y que inevitablemente continuará tomando por sorpresa a las familias chiapanecas.
Don Clemente, es un artesano que lleva más de 40 años en el oficio, con tristeza admite que los niños han perdido la ilusión por sus productos, sin embargo, año con año exhibe sus mejores juguetes y espera con anhelo que los Reyes se lleven por lo menos, uno de ellos.
«Cada año vendemos menos, vemos cómo los niños ahora prefieren los carritos de control remoto, celulares o tabletas, pero es importante que tengan acercamiento con estos juguetes y desarrollen más sus habilidades mentales», comenta mientras termina de pintar una marioneta.
Los más populares
Nuestro país se caracteriza –entre otras cosas– por su producción en juguetes, aunque se encuentra por debajo de países como China y España, cuenta con importantes museos que exhiben esta valiosa tradición mexicana.
Los más famosos son: el Museo del Juguete Popular Mexicano o también conocido como «La Esquina» –por su ubicación– ubicado en San Miguel de Allende, estado de Guanajuato, en donde pueden encontrarse alrededor de un millar de estos objetos, también se encuentra el Museo de Culturas Populares del Estado de México en Toluca y el Museo del Juguete Antiguo México en la Ciudad de México.
Dentro de los juguetes más populares se encuentran: la lotería, marionetas, baleros, matracas, pirinolas, trompos, atrapanovios y las piñatas; todos se caracterizan por sus colores y la destreza e imaginación que deben emplearse para conseguir horas de diversión, y lo mejor de todo: conservar recuerdos para toda la vida.
