La UNACH, UNICACH y UNICH se suman al Observatorio Electoral. No se trata solo de votos: también se estudiará quién, cómo y por qué participa
Aquínoticias Staff
La democracia chiapaneca tendrá desde ahora una nueva forma de vigilancia: no la del poder, sino la del conocimiento. La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) será parte del Observatorio de Participación Ciudadana en Procesos Electorales Locales y Mecanismos de Participación Ciudadana en el Estado, un nuevo órgano plural que nace del acuerdo entre el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), el Congreso del Estado y tres universidades públicas.
Con esta firma, la UNACH —junto a la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) y la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH)— se compromete a aportar análisis, datos y seguimiento crítico al comportamiento ciudadano durante los procesos electorales, así como a los mecanismos de democracia directa contemplados en la ley.
“No hay democracia real sin una auténtica participación ciudadana”, señaló el rector de la UNACH, Oswaldo Chacón Rojas, quien subrayó que el observatorio no solo medirá la cantidad de votos o participación, sino también su calidad y contexto. ¿Por qué participa la gente? ¿Qué factores la inhiben o la estimulan? ¿Qué pasa con los sectores históricamente excluidos?
Por su parte, la presidenta provisional del IEPC, María Magdalena Vila Domínguez, celebró este acuerdo como un esfuerzo colectivo para monitorear los impactos de las acciones afirmativas, los nuevos canales de expresión política y los retos de la democracia directa en un estado con una realidad tan compleja como Chiapas.
La firma también estuvo respaldada por el diputado Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado; Juana de Dios López Jiménez, rectora de la UNICACH, y Javier López Sánchez, rector de la UNICH. Todas las voces coincidieron en algo: el sistema democrático no puede renovarse solo desde la política institucional. Se necesita una mirada crítica, técnica y académica.
Este nuevo observatorio representa una oportunidad inédita: pasar del monitoreo electoral superficial al análisis profundo de los mecanismos de representación, inclusión y participación real. En tiempos donde la democracia se disputa incluso en las aulas, que las universidades tomen la palabra es, también, un acto político.