La migración creciente y el deterioro del suelo han debilitado la producción de maíz, uno de los pilares de la economía chiapaneca. Sin embargo, Roger García Álvarez, presidente estatal del Sistema Producto Maíz, afirma que la tendencia puede revertirse con una visión sustentable
Aquínoticias Staff
La producción de maíz en Chiapas, uno de los pilares históricos de la economía agrícola del estado, ha experimentado una caída significativa en los últimos años. Según Roger García Álvarez, presidente estatal del Sistema Producto Maíz, en entrevista concedida a Diario del Sur, la producción del grano ha disminuido de más de 900 mil toneladas a un promedio actual de 500 mil toneladas. Este descenso ha afectado directamente a miles de familias que dependen del cultivo para su sustento.
Uno de los factores clave que ha contribuido a esta crisis es la migración de los jóvenes chiapanecos, quienes optan por buscar oportunidades laborales en el norte del país, o incluso en Estados Unidos y Canadá, dejando atrás las tierras agrícolas. «La migración está afectando la producción de maíz en varios municipios», afirmó García Álvarez, señalando que este fenómeno ha reducido la mano de obra disponible para trabajar en el campo.
Economía agrícola en riesgo
Actualmente, en Chiapas hay cerca de 300 mil productores de maíz registrados, pero la mayoría de ellos son pequeños agricultores o forman parte de la agricultura familiar. Estos productores están enfrentando dificultades para sostener la producción a gran escala, en un contexto donde aproximadamente 100 mil hectáreas de tierra están dedicadas al cultivo del maíz. Las familias rurales, que dependen del cultivo para su subsistencia, han visto sus ingresos reducidos a medida que la producción ha caído en los últimos años.
El maíz no solo es una fuente de sustento directo para los productores, sino también una pieza clave en la cadena de suministro agrícola, lo que implica que su caída afecta a diversos sectores de la economía regional. Según datos oficiales, el campo representa más del 30% del empleo en Chiapas, y la agricultura sigue siendo la columna vertebral de la economía estatal.
Alternativas sostenibles: la agroecología como solución
Ante este panorama, Roger García Álvarez ha hecho un llamado urgente para reactivar la producción de maíz mediante la adopción de prácticas agroecológicas. Estas técnicas, que promueven la biodiversidad y el uso responsable de los recursos naturales, podrían ayudar a recuperar la fertilidad del suelo y aumentar la producción de forma sostenible.
«Debemos aumentar la producción a un millón de toneladas, pero de manera sostenible, respetando el medio ambiente y fomentando la biodiversidad», declaró García Álvarez. La agroecología se presenta como una alternativa viable, que no solo reduciría el uso de insumos químicos, sino que también mejoraría la calidad del suelo a largo plazo. Esto podría no solo frenar la caída en la producción, sino también hacer más resiliente al campo chiapaneco frente a los retos del cambio climático.
Un llamado a la organización y el apoyo gubernamental
El presidente estatal del producto maíz instó a los productores a agruparse y trabajar de manera conjunta para mejorar la producción y garantizar la estabilidad económica de sus comunidades. Además, hizo un llamado a las autoridades entrantes para que apoyen esta reactivación agrícola y se enfoquen en políticas que impulsen la sostenibilidad del campo.
«Estamos trabajando para que, en su momento, esta situación sea llevada a las autoridades entrantes. Es crucial que los productores se reactiven y se organicen para superar esta crisis», concluyó García Álvarez.
La situación actual del maíz en Chiapas refleja un problema más amplio que enfrenta la agricultura en México: la necesidad de adaptarse a los cambios socioeconómicos y ambientales sin perder su relevancia en la economía local. Mientras tanto, la migración y el abandono del campo continúan agravando una crisis que podría impactar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural si no se toman medidas prontas.
