Dejar de ser: La Agonía del ser político en las redes sociodigitales
Dejar de ser: La Agonía del ser político en las redes sociodigitales, del investigador y escritor chiapaneco Luis Fernando Bolaños Gordillo, es un estudio sobre la mercadotecnia política en las redes sociales, que hoy en día más allá de posicionar a un individuo, trata de imponer valores, ideales y significados que no siempre tienen relación con el sujeto.
Lo anterior, genera productos: políticos que, en lugar de destacar por su pasión y compromiso, lo hacen replicando el mismo discurso del régimen en turno, sumándose a causas que muchas veces no comparten, denostando a la oposición y hasta las actitudes contestarias son parte de un guion. Frases como “primero los pobres” o “hacer a América grande otra vez”, forman parte de un fenómeno populista internacional.
En ese contexto, la clase política ha sabido posicionarse y aprovechar el hiperconsumismo de las redes sociales, en donde la sociedad prefiere “una artificialidad construida sobre bases publicitarias que por su complejidad”, escribe Bolaños Gordillo.
Prueba de esto, es un reciente concierto de Julión Alvarez en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Entidad que contempla en su Código de Elecciones y Participación Ciudadana, varios mecanismos de participación como son el plebiscito, el referendo, la iniciativa popular, la consulta ciudadana, la audiencia pública y la consulta Popular.
¿Se preguntarán que tiene que ver Julión con los mecanismos de participación ciudadana? La razón es sencilla, desde que tengo memoria política, no recuerdo ningún movimiento utilizando dichos mecanismos en la capital chiapaneca, pero sí acabo de ver a la ciudadanía organizada que no alcanzó boletos para ver a este cantante en su feria local, exigiendo la oportunidad y gracias a su gobierno, consiguieron una fecha más y llenaron un estadio de futbol profesional.
Ojalá así se organizaran para solicitar soluciones reales a problemas verdaderos, pero como bien se dicen en Dejar de ser: La Agonía del ser político en las redes sociodigitales, “Una sociedad mal informada es la más fácil de manipular, y más si el entretenimiento es una de las principales estrategias”.
Esto se debe a que gran parte de la población ve a la política como un campo que no le pertenece, situación que lleva a adoptar los productos que la mercadotecnia política ofrece y su misma apatía, conformismo y poca participación ciudadana; no les permite darse cuenta cuando estos actores contradicen su discurso. No podemos decir primero los pobres desde un hotel de lujo en Japón.
Por otra parte, como menciona Bolaños Gordillo: “El carácter alienante de las redes propicia que la democracia siga manteniéndose como un ideal y no como algo que debe ser fruto de la participación ciudadana”. Muchos creen que las elecciones ya tienen un ganador, sin saber la relevancia de su participación para que el actor más vendido no cumpla su objetivo si así no lo deseamos.
Las formas de participar son varias, podemos hacerlo como observadores electorales vigilando el Proceso Electoral; como funcionarios de casilla si resultamos sorteados, dando certeza a los votos de nuestros vecinos en las urnas; y la más importante: votando. La abstinencia es el mayor enemigo de la democracia.
Un ejemplo de lo importante que es el voto fue en el Proceso Electoral Federal 2023-2024, en donde Coahuila se posicionó en el quinto lugar del país con una participación ciudadana del 65.21 por ciento, destacando por 4.8 puntos porcentuales por encima de la media nacional. La alta participación no permitió la certeza que en otras entidades tienen con el voto duro y reflejó la pluralidad del estado, con elecciones ganadas por diversos colores políticos, situación que no habría sucedido con una sociedad abstencionista.
Finalmente, los invito a leer este libro y a leer muchos otros, además de mantenerse informados porque “los políticos y quienes los perciben están condicionados tecnológica y estéticamente; los primeros por su condición de objetos y los segundos por tener la mirada y los oídos colonizados por la tecnología, el espectáculo, el entretenimiento y las posverdades”, se lee en Dejar de ser: La Agonía del ser político en las redes sociodigitales.
