No solo son importantes las horas de descanso, si no también el horario, de acuerdo con estudio del UK Biobank
Aquínoticias Staff
Con el paso del tiempo, la importancia de mantener una buena higiene del sueño ha ganado reconocimiento por su impacto positivo en la salud mental y física. Un reciente estudio realizado por UK Biobank destaca que la hora a la que nos vamos a dormir podría jugar un papel crucial en la protección de nuestro sistema cardiovascular, sugiriendo que la franja horaria ideal para conciliar el sueño es entre las 22:00 y las 23:00 horas.
El cuerpo humano opera según un reloj interno conocido como ritmo circadiano, responsable de regular nuestras funciones físicas y mentales. Aunque aún no se comprende completamente el mecanismo, el estudio observó que las personas que se duermen muy temprano o muy tarde tienden a experimentar una alteración en este ritmo natural, lo que podría tener consecuencias negativas para su salud cardiovascular.
En la investigación, que contó con la participación de 88,026 personas, se utilizaron acelerómetros de muñeca durante siete días para evaluar patrones de sueño y su relación con la salud del corazón. Los resultados fueron reveladores: aquellos que se dormían antes de las 22:00 o después de las 00:00 horas mostraron un incremento del 25% en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, quienes dormían entre las 22:00 y las 23:00 horas presentaron una disminución del 12% en dicho riesgo.
El estudio sugiere que dormir después de la medianoche podría ser especialmente perjudicial debido a la menor exposición a la luz del día, un factor clave para reiniciar el reloj interno del cuerpo. Además, se descubrió que las mujeres son más vulnerables a los efectos negativos de dormir fuera de la hora recomendada, posiblemente debido a factores relacionados con el sistema endocrino.
Aunque aún quedan aspectos por explorar, como el impacto del estilo de vida, la edad y el nivel socioeconómico en los resultados, los hallazgos del estudio subrayan la importancia de establecer un horario de sueño regular entre las 22:00 y 23:00 horas. De confirmarse estos resultados, podría convertirse en una prioridad de salud pública, ya que representa una intervención de bajo costo con el potencial de reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Con información de la revista Life and Style, del medio Expansión