La informalidad regresa a Tuxtla

A poco más de seis meses que el ayuntamiento capitalino cumplió con liberar el centro del ambulantaje, comerciantes informales ya empiezan a apoderarse de las principales calles y avenidas del primer cuadro de la ciudad, por lo que comerciantes y locatarios formales piden a Fernando Castellanos Cal y Mayor consumar lo acordado y no permitir que la imagen urbana se vuelva a manchar

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]R[/dropcap]ecientemente el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor, presumió que con el esfuerzo y la participación de quienes integran el Ayuntamiento y, desde luego, el apoyo de la ciudadanía, el centro cumplió seis meses libre del comercio informal.
Sin embargo, en algunos puntos específicos del primer cuadro de la ciudad puede observarse de nueva cuenta la presencia de vendedores ambulantes; incluso, locatarios y propietarios de comercios establecidos denuncian que desde hace un par de semanas éstos se han instalado en calles específicas y en ciertos horarios para ofrecer sus productos.
No hay duda que recuperar la imagen del centro de la capital del estado no es tarea fácil, mucho menos cuando la corrupción está de por medio, y es que tanto comerciantes del Mercado Juan Sabines como los que se encuentran ubicados frente a la Catedral de San Marcos coinciden en señalar que el ambulantaje no existiría sin la aprobación de las autoridades capitalinas.
El problema no es nuevo desde luego, y reconocen los cambios que han ocurrido con esta administración; no obstante, manifiestan su preocupación porque se observa que a partir de las cinco de la tarde el centro de Tuxtla Gutiérrez, específicamente sobre la cuarta sur y calles aledañas a los mercados, se intensifica la presencia de vendedores informales.
De acuerdo con la secretaria general del Mercado Juan Sabines, Isabel Nangusé Tondopó, ya han pedido al alcalde Fernando Castellanos cumplir con la promesa de mantener limpias las calles, porque aunque en las mañanas lucen vacías por las tardes el panorama es completamente distinto.
Aunque Nangusé Tondopó no niega que hace medio año la respuesta de Cal y Mayor para sacar al comercio informal fue tardada pero favorable, aseguró que en esta ocasión no dudarán en actuar, priorizando el dialogo a fin de no iniciar conflictos con quienes se apoderan de las calles y afectan los ingresos económicos de los comercios establecidos pues, en todo caso, ellos no tienen la culpa.
«Así empiezan, primero se ponen por las tardes y después ya ocupan las calles por las mañanas, manchan la imagen de la ciudad y afectan además de las ventas diarias, la imagen que el turismo se lleva de la capital», agregó.
Respecto a las pérdidas que tuvieron por la inacción de las autoridades por liberar el centro en su debido momento, mismas que fueron de hasta el 80 por ciento, señaló que a la fecha no se recuperan y ante la actual crisis económica es difícil saber con exactitud en cuantos meses podrían recuperar las ventas.
«No nos hemos podido recuperar, por eso desde ahora que vemos los primeros ambulantes en la zona los exhortamos a que no permitan que las calles se llenen por las tardes porque entones será un cuento de nunca acabar, empiezan 10, luego son 100 y terminan siendo más de 300 los ambulantes en el centro».
Cabe recordar, que ante al hartazgo por la falta de cumplimento a las promesas del alcalde Fernando Castellanos, en meses anteriores fueron principalmente mujeres las que salieron a recuperar las calles y liberarlas del comercio informal que ocasionó disminución a sus ventas, por lo que ahora advierten que si la situación se vuelve a repetir el conflicto será con las autoridades priorizando el diálogo, aunque no descartan otra vía si no hay respuesta.

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