El Poder Judicial impulsa programas que armonizan la vida laboral y familiar, promoviendo entornos saludables e igualitarios para trabajadores y sus familias
AquíNoticias Staff
En Chiapas, el Poder Judicial del Estado da señales de transformación institucional que trascienden lo estrictamente jurídico. A través de un enfoque integral, implementa acciones que buscan equilibrar la vida laboral y personal de quienes forman parte del sistema judicial. No se trata solo de sentencias, sino también de cuidado, formación y bienestar colectivo.
Como parte de ese modelo, el Instituto de Formación, Profesionalización y Carrera Judicial llevó a cabo actividades dirigidas a las hijas e hijos del personal. En el marco del programa Apoyo a Tareas, especialistas en psicología guiaron ejercicios de inteligencia emocional, con el objetivo de reforzar el aprendizaje académico desde un entorno emocionalmente positivo.
Esta iniciativa es más que un apoyo escolar: plantea una mirada política sobre el deber de las instituciones públicas para fomentar la corresponsabilidad familiar. Las niñas, niños y adolescentes participantes no solo recibieron ayuda para sus estudios, también aprendieron a identificar, expresar y canalizar sus emociones de forma saludable.
El mensaje institucional es claro: no hay justicia plena sin equidad ni cuidado integral. Por ello, el Poder Judicial de Chiapas, que cuenta con la certificación en la Norma Mexicana 025 en Igualdad Laboral y No Discriminación (nivel oro), busca convertirse en referente nacional en materia de conciliación entre vida laboral y familiar.
En un momento donde la polarización y el estrés cotidiano marcan la agenda pública, estas acciones representan una apuesta por la paz desde la raíz: la infancia. También revelan una institución dispuesta a reinventarse en lo interno, promoviendo el bienestar de sus trabajadores y trabajadoras como base de una justicia verdaderamente humanista.
Así, el Poder Judicial de Chiapas demuestra que construir un Estado de derecho también pasa por formar personas emocionalmente estables, cuidadas y respetadas, dentro y fuera del tribunal. Es un mensaje con sentido político: la justicia empieza por casa.
