El periodismo permite a la sociedad manejar información común, formarse juicios a partir de ella y actuar con base a esas reflexiones, de ahí la importancia de la labor periodística. Los medios de comunicación pueden cambiar imaginarios sociales, ejercer presión a los poderes de gobierno. El manejo de la información de parte de las y los periodistas puede ayudar o afectar a la visibilización de la participación política de las mujeres.
Las personas que hacen los medios de comunicación no vienen de otro país o de otro planeta, crecieron en esta misma sociedad y continúan anteponiendo sus prejuicios en la construcción de su discurso periodístico, algunos continúan sin ver el aporte de las mujeres, menosprecian su palabra, su experiencia, su propio testimonio y conocimiento.
Lo que sale a relucir en su trabajo periodístico es su misógina, producto de la sociedad patriarcal en la que vivimos y que no se han preocupado en cuestionarse.
En la prensa es común que se intente ridiculizar el papel de las mujeres que están en la política. Su conocimiento o experiencia en diferentes áreas no es tomado en cuenta cuando se les entrevista o se habla de ellas. Se da por sentado que ignoran ciertos temas o que carecen de experiencia, y las propias mujeres políticas se dan cuenta de ello por la forma en cómo las abordan. Su vida privada se vuelve objeto de burlas y escrutinio público.
En México en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia hay una enunciación de la violencia que se ejerce contra las mujeres en los medios, en el programa para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en el artículo 38 apartado VIII dice: El programa contendrá las acciones con perspectiva de género para: Vigilar que los medios de comunicación no fomenten la violencia contra las mujeres y que favorezcan la erradicación de todos los tipos de violencia, para fortalecer el respeto a los derechos humanos y la dignidad de las mujeres.
En la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer realizada en 1994 conocida como Belém do Pará se aborda la problemática, se señala en el inciso G del artículo 8, la necesidad de «alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la Mujer en todas las formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer».
Aunque a nivel internacional se ha visto la importancia de los medios de comunicación como un factor para cambiar el imaginario social sobre la participación política de las mujeres y que lejos de que sean actores que violenten, sean aliados en la paridad efectiva, a nivel local aún se nota que son escasas las acciones afirmativas para que los medios de comunicación cambien su discurso en este tema.
El Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) –después de que el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH) le ordenara discutir de nuevo el Procedimiento Especial Sancionador (PES)- respecto a la denuncia de la ex alcaldesa interina de Tuxtla Gutiérrez, Karla Burguete Torrestiana en contra de diversos medios de comunicación y periodistas sobre la posible violencia política por razón de género en su contra-; el organismo resolvió declarar responsable a un medio de comunicación y su director por este delito.
El director del medio tendrá que dar disculpa pública, tomar un curso, pagar una multa aproximada de 4 mil 800 pesos y será inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por un año. Además se le inició otro procedimiento por el incumplimiento a las medidas cautelares que se impusieron en este tema.
El caso por lo que fue sancionado este medio de comunicación es por haber difundido las lonas que se colgaron en diferentes puentes peatonales de Tuxtla Gutiérrez en las que se denostaba a la exalcaldesa haciendo uso de su vida privada. Las lonas estuvieron en la ciudad a la vista de todas las personas que pasaran por esos lugares un par de horas; pero los medios al replicarla revictimizaron a la entonces presidenta municipal.
Diferentes medios y periodistas (me incluyo) dimos cuenta de la colocación de esas lonas, la diferencia fue que la mayoría de los medios que dieron a conocer la noticia no replicamos su contenido, en donde además también se mostraba a una menor de edad.
Las y los periodistas tenemos como obligación dar a conocer asuntos de interés público, pero las leyes y la ética misma también nos obligan a no violar los derechos de las víctimas en ese proceso. Es como querer justificar que para informar sobre un feminicidio o violación, se tenga que exponer el cuerpo de la víctima.
Esta es la primera vez, al menos que se haya dado a conocer, que un medio de comunicación es sancionado por violencia política por razón de género, esto no quiere decir que sea la primera ocasión que se haya cometido. He documentado un sinfín de casos más, que lamentablemente no han llegado a las instituciones electorales, eso es algo que también se debe de trabajar y crear las condiciones para que las víctimas denuncien.
La libertad de expresión es un derecho que en cualquier país democrático debe de garantizarse, pero jamás debe de ser usado para violentar derechos, esto no significa que las funcionarias públicas no estén sujetas al escrutinio público, lo que se busca es que como periodistas siempre nos cuestionemos si la información que difundimos no violenta los derechos de las demás personas. Dice Rizard Kapuchinsky que para ser un buen periodista se tiene que ser una buena persona. Las buenas personas reconocen cuando se equivocan y tratan de enmendar el camino. Ojalá y este caso nos ayude a reflexionar sobre nuestro oficio y cómo lo ejercemos.