Al ofrecer una charla a las y los estudiantes de la Facultad Libre de Derecho de Chiapas, el senador les pidió luchar, juntos, por la transparencia, el combate a la corrupción y una mejor distribución de la riqueza
Redacción
[dropcap]L[/dropcap]os jóvenes son los llamados a criticar la homologación del pensamiento y al mismo tiempo, son los que tienen la energía y las ideas para pasar de la protesta a la propuesta, sostuvo el Senador de Chiapas, Zoé Robledo, al ofrecer una conferencia a la comunidad estudiantil en la Facultad Libre de Derecho de Chiapas (FLDCh).
A invitación expresa del rector Gabriel Bravo del Carpio, como una forma de vincular a los jóvenes a la vida pública y aprender de la experiencias de los principales actores políticos del estado, Robledo les invitó a conocer la historia, a identificar los momentos en que la crisis obligó a alzar la voz.
«La protección del más débil es responsabilidad de todos. Como profesionistas debemos ser participativos de la vida pública de nuestro estado. Solicitar información pública, observar las elecciones, ser el mejor ciudadano que podemos ser.»
Al hablarles de desigualdades, el legislador chiapaneco sostuvo que según la organización Oxfam, en 2016, el uno por ciento de la población más rica del mundo tendrá más dinero que el 99 por ciento restante.
«Hemos llegado al punto en que la pobreza solo produce más pobreza y el dinero sólo produce más dinero que termina en los mismos bolsillos. Hoy en Chiapas nacieron 395 niños. De esos, 296 formarán parte de una familia en situación de pobreza. Y hay altas probabilidades que esos niños no logren cambiar ese destino. ¡En México la escalera para el ascenso social no funciona! La movilidad social es un cuento sin final feliz.»
Por ello, ha impulsado el aumento al salario mínimo y un tope al salario máximo. Impulsa un salario mínimo digno que alcance para comprar la canasta básica y un salario máximo de los funcionarios que no ofenda a los mexicanos.
El Senador de Chiapas les dijo que ser pobre es muy caro: los menos favorecidos no tienen agua pero la compran por tambos a precio de oro; no tienen luz pero terminan pagando más por velas, pilas o combustible; no tienen gas pero, en los Altos, dedican muchas horas del día a conseguir leña. No tienen plan de celular, pero pagan el minuto más caro por servicio de pre-pago.
«Mi lucha, en la que espero que muchos de ustedes me acompañen, es por la transparencia, el combate a la corrupción y una mejor distribución de la riqueza.»
