En la Mira / Hector Estrada

Manuel Velasco, del sueño charro al derroche absurdo

Y como se advertía, «el millonario capricho charro» de Manuel Velasco Coello para traer por primera vez a Chiapas el Congreso y Campeonato Nacional de Charrería en noviembre próximo hoy apunta a convertirse en el mayor derroche absurdo de recursos públicos protagonizado por la actual administración sexenal.
Hace sólo un par de días la agencia multimedios «El Estado» filtró parte de un documento donde el vicepresidente de la Federación Mexicana de Charrería, Lorenzo Vargas Soltero, resolvía quitar el evento nacional a Chiapas por diversos incumplimientos a los acuerdos establecidos para hacer posible su designación como sede.
Y Lorenzo Vargas no miente. Pues, como parte esencial de los acuerdos ratificados por la comitiva chiapaneca encabezada por el secretario general de gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, el 4 de noviembre de 2015 en la Ciudad de México, el Gobierno de Chiapas se comprometió a entregar las instalaciones del lienzo charro remodelado para el mes de abril de este año.
Sin embargo, la realidad actual dista mucho de aquellas promesas ambiciosas que sólo sirvieron para amarrar la designación de la sede. El proyecto que de inicio planteaba una remodelación al viejo lienzo charro de la Feria Chiapas terminó convirtiéndose en una obra de reconstrucción completa que implicó la demolición total del viejo inmueble y un incremento en el presupuesto, que pasó de 100 millones a 250 millones de pesos.
Por obvias razones los procesos de licitaciones se demoraron más de lo previsto y con ello el inicio de las obras, por lo que a la fecha –justo en el plazo fijado por la Federación Mexicana de Charrería para recibir el nuevo lienzo charro- la obra apenas presenta un avance del 10 por ciento. Es decir, actualmente ni la totalidad de los cimientos están colados para un evento programado a realizarse en seis meses.
El inmueble que se construye a marchas forzadas está pensado para tener un aforo de entre ocho mil y 10 mil espectadores (similar a la capacidad del Auditorio Nacional de la Ciudad de México), sin contar las 500 caballerizas y los mil 500 espacios de estacionamiento que ni siquiera están construidos. Todo para una entidad como Chiapas donde los campeonatos estatales apenas y reúnen a 25 equipos de mediana calidad.
Aunque la Federación Mexicana de Charrería no ha oficializado públicamente la cancelación de la sede para Chiapas, lo que se vaticina para el gobierno de Manuel Velasco es aún peor que la realización del campeonato mismo, pues además de la inconformidad social por la costosa inversión para la infraestructura física del evento, ahora el millonario gasto público será un absurdo.
En caso de confirmarse la suspensión de la sede, Chiapas habrá invertido más de 100 millones de pesos oficiales (o 250 millones extraoficiales) para la construcción de un lienzo charro que ni si quiera albergará el evento para el que fue construido, destinado a convertirse en uno de los más grandes elefantes blancos de Chiapas, al menos que cambie su objeto de funcionamiento. Además de una multa por 17.5 millones de pesos que la entidad deberá pagar como penalización por el simple incumplimiento.
Así las cosas en Chiapas con el sueño charro de su verde gobernador que, de consumarse el problemita con la FMCH, apunta a convertirse en otras de las tantas pesadillas que han hecho de su administración una nave en permanente picada.