En la Mira / Hector Estrada

Chiapas y sus cifras a medias

Como si se tratara de un verdadero éxito de las políticas públicas, durante los últimos días en Chiapas han sobrado los festejos mediáticos debido a los resultados emitidos por la «Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2016 (ENVIPE)» que colocan a la entidad chiapaneca como el estado con la menor tasa de delitos denunciados; sin embargo hay más cifras de esa misma encuesta que parece haber preferido no mencionarse.
La ubicación de Chiapas como una de las cuatro entidades con los menores índices delictivos no es nada nuevo. Durante los últimos seis reportes anuales publicados por la misma encuesta (de 2011 a 2016), Chiapas se ha colocado entre los estados con el menor índice de delitos denunciados a nivel nacional.
Las variaciones en los incrementos o aumentos han sido mínimos como los presentados en los dos últimos años, de apenas el 6.5 por ciento. Por el contrario, junto a Durango, Chiapas fue la entidad que menor reducción tuvo en las estadísticas de las víctimas de delitos. A diferencia de estados como Zacatecas y Baja California Sur donde la reducción de este mismo indicador superó el 20 por ciento.
Para que quede más clara la subjetividad de los resultados, de acuerdo a la misma ENVIPE, durante el año 2015 sólo se denunciaron el 11.4 por ciento de los delitos cometidos en Chiapas, de los cuales únicamente el 61.8 por ciento inició una averiguación previa. Es decir, solamente uno de cada 10 delitos cometidos en la entidad chiapaneca se encuentra dentro de las estadísticas oficiales.
Sin embargo, hay temas dentro de esta misma encuesta que reflejan resultados preocupantes, de los que poco se ha mencionado entre tanto festejo. Se trata de la sentir social en torno a problemas relacionados con asuntos públicos de suma importancia como salud, pobreza, encarecimiento de la canasta básica y escasez de agua.
El ENVIPE deja de manifiesto un drástico incremento del 18 por ciento en la percepción de problemas de salud pública, un 17 por ciento en lo que respecta a la pobreza, mientras que la percepción de preocupación por la escasez de agua y el aumento de precios registró un repunte de un tres y nueve por ciento, respectivamente.
Son estadísticas que no distan mucho de la realidad comprobable, en un estado donde el desabasto de medicamentos, así como la falta de infraestructura, han sido denunciadas una y otra vez por los trabajadores de los sindicatos de salud que apenas unos meses se fueron a huelga por este misma problemática.
Las cifras a medias no expresan la realidad completa sobre la percepción social. Si bien se tienen números benéficos para la publicidad gubernamental, la responsabilidad de informar resultados completos debe ser un asunto ético a la hora de elaborar comunicados o soltar las fanfarreas y confeti para festejar lo poco positivo en un mar de preocupaciones sociales, como sí expresa de precisión el INEGI. Y por cualquier duda aquí el documento completo: http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/regulares/envipe/2016/default.html

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