Que no se olvide la crisis laboral en Chiapas
Con embrollo provocado por el frustrado incremento al precio del pasaje parece haberse olvidado de tajo un tema tan grave como lo es el recorte laboral a miles de trabajadores chiapanecos que se han sumado a las largas filas del desempleo, en medio de una de las peores crisis inflacionarias sufridas por México en lo que va de las últimas tres décadas.
La controversia mediática y la guerra campal entre transportistas y autoridades estatales cayeron como «anillo al dedo» para el gobierno de Manuel Velasco Coello que se encuentra en medio de lo que debería ser uno sus peores escándalos gubernamentales: el despido injustificado de al menos seis mil trabajadores estatales, de la manera más cobarde posible.
Y es que, aunque el tema salió del tintero mediático por algunos días, los recortes laborales han continuado sin descanso en las distintas dependencias estatales. Las liquidaciones súbitas han alcanzado han dependencias como el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, donde incluso se eliminaron presupuestos a proyectos como la Orquesta Sinfónica de Chiapas.
Las diferentes cámaras empresariales de la entidad han sido muy claras en señalar que hoy no existen las condiciones para recibir en la iniciativa privada a las miles de personas que han sido despedidas de sus plazas laborales por el gobierno de Velasco Coello. No hay forma efectiva de emplearlos o emplearlas y eso sin duda significará consecuencias graves.
De acuerdo al decreto de desaparición de algunas dependencias, su eliminación se dio a razón de un «importante recorte al presupuesto general para el estado de Chiapas». Sin embargo, la falsedad de tal argumento ya ha sido demostrada de sobra. Lo que se aplicó fue una reasignación de millonarios recursos a dependencias electoralmente operativas como el ICATECH y/o destinos oscuros que todavía no han sido aclarados.
Han pasado ya 15 días desde el inicio de los despidos masivos y Manuel Velasco no ha salido a dar la cara para abordar el tema. Ni su Secretaría General de Gobierno ha salido a dar una explicación clara, exhaustiva y convincente del por qué se tomó la decisión de dejar sin ingresos a miles de familias chiapanecas a quienes ahora no les queda de otra que administrar sus liquidaciones hasta que los tiempos sean mejores.
No han explicado el porqué de manera tramposa, con artilugios legaloides, han presionado y engañado a miles de trabajadores para recibir indemnizaciones menores a las estipuladas por la ley que corresponde. Situación por la cual hoy ya se preparan varios procesos jurídicos en contra un más de las tantas decisiones mal tomadas por el actual gobierno.
El recorte masivo y la crisis laboral en Chiapas es un asunto que no puede olvidarse tan a la ligera. Es un tema que causa indignación y debería escandalizarnos a todos si se compara con los elevados sueldos de funcionarios de alto nivel que no fueron si quiera tocados por los reajustes nominales.
El despido de trabajadores sigue sucediendo ante el silencio de las autoridades estatales y muchos otros actores políticos que han guardado una indiferencia cómplice. Así, la mayoría de los diputados y los senadores chiapanecos nada han dicho al respecto, olvidando por completo su función como representantes populares y no como encubridores de los dueños del poder en turno.
