El Sótano de la Lucha, en La Lucha, Chiapas, supera en dimensiones a la Sima de las Cotorras: una odisea subterránea de riesgo, naturaleza y espiritualidad inolvidable
Primer Plano Magazine/Noé Juan Farrera Garzón. –
En el centro del estado de Chiapas, entre los municipios de Ocozocoautla de Espinosa y Mezcalapa, se oculta uno de los tesoros geológicos menos conocidos y más impresionantes del sureste mexicano: el Sótano de la Lucha.
Este colosal abismo natural, mayor en dimensiones que la famosa Sima de las Cotorras, es una maravilla que desafía tanto a los amantes de la naturaleza como a los exploradores de corazón.
Desde el poblado de La Lucha, comienza una caminata de aproximadamente dos horas que combina senderismo entre bosques, pasos sobre roca viva y el ingreso a una galería de 650 metros de longitud. Esta cueva, que se originó tras el colapso del techo de un salón subterráneo, se convierte en el portal hacia el fondo del sótano. Allí, el viajero camina en completa oscuridad, con el eco del río subterráneo acompañando cada paso. El suelo se vuelve irregular, con formaciones de roca calcárea que deben escalarse con precaución.
La experiencia se transforma en una aventura sensorial: el aire húmedo, el goteo constante del agua, el crujir de las piedras bajo los pies y la luz de la linterna revelando lentamente las formas milenarias esculpidas por la naturaleza. Al final del túnel, un resplandor tenue anuncia la salida: se abre ante los ojos la impresionante verticalidad del sótano, con sus paredes cubiertas de vegetación y nubes que se enredan entre los bordes.
La aventura no termina ahí. Es posible acampar en los alrededores y despertar con vistas que parecen salidas de otro mundo, además de disfrutar de la observación de aves y la conexión total con la naturaleza.
Su acceso principal parte desde la comunidad tzotzil de La Lucha, fundada en 1978, y su imponente boca de 250 metros de diámetro y 240 metros de profundidad queda resguardada por la selva chiapaneca y por acantilados que sirven de refugio a especies como los pericos Pechisucios. Sin embargo, lo que hace única a esta maravilla natural es la experiencia de su recorrido subterráneo, una travesía inolvidable por las entrañas de la tierra.
Como recomendaciones esenciales, debes llevar ropa cómoda y adecuada para espeleología (resistente y que se seque rápido), calzado de montaña y acuático, linterna potente, agua suficiente, tienda de campaña, alimentos y botiquín.
Recuerda evitar la temporada de lluvias (junio a noviembre) por la peligrosidad del terreno resbaladizo y crecidas en el río subterráneo. Se recomienda también realizar el recorrido con guías locales de la comunidad, quienes conocen los riesgos y bellezas del trayecto.
El Sótano de la Lucha no solo es un reto físico, sino una experiencia espiritual que conecta al visitante con la tierra en su forma más pura y ancestral. Ideal para quienes buscan algo más que un destino turístico: una verdadera odisea natural.