La representación de las mujeres políticas en los medios de comunicación / Sandra de los Santos

Les comparto algunas cifras: Chiapas ocupa el quinto lugar a nivel nacional por el número de personas registradas en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política por Razón de Género. En la lista, en la que están 12 personas, se encuentra alcaldes, regidores y un director de un medio de comunicación. En la entidad, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) ha sancionado a cinco comunicadores.

A nivel nacional los comunicadores ocupan el cuarto lugar en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política por Razón de Género. El número nos debería de sonrojar a quienes nos dedicamos a este oficio, pero sobre todo debe de ser un indicador para que las personas tomadoras de decisión realicen acciones para prevenir este tipo de violencia en contra de las mujeres.

Este lunes 18 de septiembre, participé junto con la magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH), Sofía de Jesús Ruíz Olvera; la investigadora de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Débora Iturbe Vargas; y la periodista, Gabriela Figueroa en una mesa de diálogo sobre la imagen de las mujeres políticas en los medios digitales. El evento fue organizado por el IEPC.

Les comparto, las anotaciones que hice como guion de mi participación (siempre intento tener una guía porque si no me voy como hilo de media). Como son anotaciones no está toda mi intervención, pero en la página oficial del IEPC se encuentra el vídeo, en donde podrán escuchar también todas las participaciones.

Intervención en la mesa de diálogo

¡Hola! Buenas tardes. Agradezco al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) la invitación para participar en esta mesa de diálogo (Qué bueno que se trate de dialogar porque creo que en este tema, precisamente, lo que debemos de hacer es dialogar, tender puentes, sensibilizar y capacitar). Agradezco, particularmente, a la consejera presidenta de la comisión de igualdad de género y no discriminación, Gloria Esther Mendoza Ledesma. Saludo a todas las integrantes del panel.

Decidí hacer algunas anotaciones con la finalidad de no extenderme de más, en lo cual soy experta así que me van contando el tiempo.

Para empezar, quiero comentarles que si bien soy periodista desde hace 23 años,  hoy ando hablando con doble credencial. Como una persona que se ha dedicado a los medios de comunicación, pero también que se ha dedicado a investigar el tema de la violencia política por razón de género y particularmente en los medios de comunicación. Dediqué mi trabajo de maestría a hablar sobre las experiencias de resistencia y violencia en la participación política de las mujeres. Para realizar ese estudio realice más de una decena de entrevistas a profundidad con mujeres que participaron en el proceso electoral del 2015 y 2018. Mi intención no era centrarme en los medios de comunicación, sino en la experiencia de las mujeres. Cómo generan agencia, este término que nos encanta en la academia, y que no es otra cosa que la forma en la que se libran las batallas en contra de una estructura y un sistema que está muy establecido.

En estas entrevistas, hubo una constante… todas las mujeres que aborde habían tenido una experiencia de violencia en los medios de comunicación, pero muchas de ellas también habían tenido a los medios de comunicación como aliados de ahí que decidí para el doctorado ahondar en este tema y ahora ando trabajando, concretamente, en los medios de comunicación.

¿Por qué nos debe de interesar este tema?

Los derechos políticos fueron la primera bandera del movimiento feminista, y a pesar del avance que se ha logrado, esta demanda sigue siendo vigente.

La exclusión de las mujeres del espacio público no sólo ha significado  estar privadas del poder, sino también de la visibilidad, del reconocimiento, y de la trascendencia generacional, de ahí la importancia de la participación política (pública) de las mujeres.

De acuerdo con diferentes tratados internacionales,  la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Constitución Política del Estado de Chiapas, las mujeres tienen derecho al acceso igualitario a las funciones públicas de su país  y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones; sin embargo, en la práctica, como sucede en la mayoría de las democracias occidentales, las mujeres han sido relegadas en el ejercicio público del poder.

La investigadora Dalia Barrera señala que la violencia política de género no es algo nuevo puesto que las mujeres al entrar a espacios de poder y decisión siempre se han enfrentado a actos de violencia relacionados con su género. Sin embargo, el número de denuncias de violencia política en contra de las mujeres ha incrementado a partir de la paridad de género.

Este tipo de violencia en contra de las mujeres no es casual ni personal, es una manifestación política que da cuenta de las relaciones estructurales de poder, dominación y privilegios establecido entre hombres y mujeres en la sociedad. El acoso político y la violencia política son una forma de violencia de género, un hecho político producido por las relaciones de fuerza y poder que aluden a la construcción social entre hombres y mujeres en la sociedad.

La violencia política en contra de las mujeres sigue siendo una práctica que les impide participar en igualdad de condiciones que los hombres.

Aunque a nivel internacional se ha visto la importancia de los medios de comunicación como un factor para cambiar el imaginario social sobre la participación política de las mujeres y que lejos de que sean actores que violenten, sean aliados en la paridad efectiva, a nivel local aún es notable que son escasas las acciones afirmativas para que los medios de comunicación cambien su discurso en este tema.

De acuerdo a los resultados del Monitoreo Mundial de Medios (2020) hace falta 62 años para que las mujeres alcancen el nivel de representación que tienen los hombres en los medios de comunicación. Las mujeres no solo no están representadas en los medios, sino de acuerdo a este monitoreo persiste una revictimización y violación a sus derechos en los medios de comunicación.

Además, hay que considerar los casos que no se reflejan en las denuncias. Estos números evidencian lo que falta por trabajar en materia de medios de comunicación en la entidad y violencia política por razón de género.

Hasta acá creo que vamos de acuerdo porque entendemos (quiero pensar que lo entendemos) que existe una problemática; pero qué podemos hacer ante ella, qué nos toca hacer a cada una y cada uno de las y los que estamos acá.

Considero que no debe de privar una cultura punitivista en este tema, pero no me malinterpreten, estoy a favor de sancionar a quienes se tengan que sancionar cuando se incurra en este delito. Pero, no podemos ir por ahí sancionando sin antes no se ha hecho la tarea de capacitar y sensibilizar.

La violencia política de género es una manifestación de la violencia patriarcal. No podemos pretender que vamos a erradicar solo un tipo de violencia de todo un sistema; pero eso no quiere decir que no podamos hacer nada.

Las y los tomadores de decisión deberían de estar aprovechando este espacio para realizar acciones que prevengan la violencia política por razón de género en los medios de comunicación: capacitar y sensibilizar a las y los comunicadores; crear guías de denuncias para las mujeres que participan en la política y sepan cuándo se le están violentando en los medios; capacitar al personal de las propias instituciones para que no revictimicen; realizar alianzas con los medios de comunicación y comunicadores.

En este tema considero que todos y todas tenemos trabajo qué hacer: comunicadores, tomadores de decisión, las audiencias. Cambiar la narrativa que existe en los medios es algo posible y deseable, y es algo también en lo que tenemos injerencia. Hagamos lo que nos toca.

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