La rehabilitación del tramo Ocosingo–Altamirano marca el inicio de una etapa donde la infraestructura se convierte en eje de desarrollo y cohesión política en Chiapas
AquíNoticias Staff
En una región marcada por décadas de olvido institucional, el inicio de la supervisión para rehabilitar el tramo carretero Ocosingo–Altamirano representa un viraje en la política de infraestructura en Chiapas. La obra, esperada durante más de 20 años, responde no solo a una demanda social, sino a una estrategia que articula desarrollo, gobernabilidad y presencia estatal.
El alcalde de Altamirano, Gaspar Sántiz Jiménez, encabezó el recorrido técnico junto a Rubén Darío Alvarado, presidente de la Comisión Estatal de Caminos, y un grupo de empresarios que se sumarán a los trabajos. La obra incluye terracería, drenaje y nueva señalización, elementos que, más allá del asfalto, buscan reconfigurar una dinámica económica y social estancada por la desconexión territorial.
Este anuncio se enmarca en una narrativa más amplia impulsada desde el Gobierno del Estado, liderado por Eduardo Ramírez Aguilar, quien ha prometido priorizar la infraestructura como base para el desarrollo regional. En esta lógica, la carretera deja de ser una simple vía de tránsito para convertirse en símbolo de compromiso político.
Gaspar Sántiz subrayó que el proyecto no solo impactará la movilidad, sino que actuará como catalizador de crecimiento para productores, comerciantes y familias. “Altamirano participa activamente en la transformación de Chiapas”, afirmó el edil, dejando claro que la obra es también un mensaje de integración y corresponsabilidad.
El proyecto además visibiliza una apuesta por reconstruir confianza entre ciudadanía y gobierno. La presencia de empresarios en el proceso técnico refuerza la idea de que el desarrollo requiere alianzas sostenidas y compromiso compartido, no discursos vacíos ni promesas de campaña.
Con la carretera como emblema, Altamirano y Ocosingo entran a una nueva etapa política donde las decisiones se miden no por anuncios, sino por obras que transforman vidas.