La migración ya es un tema ineludible de la agenda nacional. Al mismo tiempo que ha iniciado en Chiapas la enésima caravana migrante integrada por personas oriundas de Centroamérica, Colombia y Venezuela, el país lamenta la más reciente desgracia por la muerte de connacionales que ansiaban llegar a Estados Unidos (EU).
El dominio y control de las redes de tráfico de personas migrantes y los métodos que emplean para burlar a autoridades de las naciones que cruzan las caravanas, ha hecho recurrente y difícilmente evitable, dadas las condiciones, la pérdida de vidas humanas.
El 23 de julio de 2017 en San Antonio, Texas, fue hallado un tráiler en cuyo interior fallecieron 10 migrantes por asfixia. En diciembre pasado, un vehículo similar que volcó en Tuxtla Gutiérrez dejó 55 personas muertas, la mayoría de Guatemala.
La más reciente tragedia ocurrió el lunes en San Antonio, hasta ahora con un saldo de 50 fallecidos, la mitad de origen mexicano. La Cancillería informó que en 2021, la cifra oficial de muertes de nacionales que buscaban cruzar al vecino país fue de 719. Eran mujeres y hombres que fueron en búsqueda de una mejor vida, una posibilidad de subsistencia o un empleo. No son sólo números.
La frecuencia de esas fatalidades no puede esperar una respuesta ordinaria de los gobiernos. Desmantelar a las bandas criminales que operan sin medidas mínimas de protección de las vidas humanas, debe iniciar por el congelamiento de sus activos financieros e identificar la posible connivencia con autoridades migratorias.
Este tema se atiende con estrategias concretas que generen incentivos y arraiguen a las personas en sus países. En la reciente Cumbre de las Américas, la vicepresidenta Kamala Harris anticipó inversiones de 1,900 millones de dólares (mdd) del sector privado para Centroamérica, y una iniciativa para empoderar más a las mujeres que viven ahí, un monto adicional a los 1,200 mdd anunciados en diciembre.
Sólo para tener una idea de las prioridades de EU, debe recordarse que el 19 de mayo su Congreso aprobó un paquete de ayuda a Ucrania por un monto de 40 mil mdd, que contrasta con las apremiantes necesidades en nuestra región.
En esa Cumbre se firmó la «Declaración de Los Ángeles» sobre migración y protección en la que EU prometió ampliar hasta 20 mil su cuota de refugiados de Latinoamérica para 2023 y 2024 y acoger junto a Canadá a más trabajadores temporales, pero no incluyó ninguna oferta para conceder más visados de trabajo a los mexicanos, 380 mil de los cuales han sido detenidos entre enero y mayo en la frontera, una cifra que sigue creciendo.