Maravíllate con las diferentes formas que han encontrado las plantas para llegar a terrenos fértiles donde germinar
Lucero Natarén / Aquínoticias
Las plantas han encontrado muchas maneras de reproducirse, una de las más eficaces es la generación de semillas. Su falta de movilidad no ha sido nunca un impedimento para que sus semillas sean llevadas a sitios donde puedan germinar nuevas generaciones de plantas.
Para sortear el obstáculo que significa no moverse han conseguido hacerse de «aliados»: el viento, el agua, el fuego y los animales, quienes a través de métodos distintos proveen un medio para que las plantas logren su reproducción, la cual es considerada reforestación «silvestre», así lo explican especialistas del sitio científico Biolovers (espacio dedicado a todas y todos o amantes de la naturaleza y el conocimiento).
Aquellas plantas que utilizan el viento como medio de transporte para sus semillas se les denomina anemócoras, palabra que viene del griego anemo que significa viento y coro que se traduce como alejarse o cambiar de lugar.
Estas plantas presentan características como semillas pequeñas y livianas, aladas o con pelos. Entre estas podemos encontrar el tabaco, jacaranda, pinos y sauces.
Por otro lado, existen las hidrócoras del griego hidro que significa agua, las cuales, tal como lo dice su nombre, esparcen sus semillas a través del agua.
Las semillas de las hidrócoras se caracterizan por tener tejidos con abundantes espacios intercelulares, donde es atrapado el aire y mejoran la flotación. Los cocos son un ejemplo de estas plantas, los cuales pueden viajar a través de los océanos y llegar a diferentes continentes.
Otro tipo de dispersión es la llamada zoocoria, la cual ocurre a través de los animales. La zoocoria puede ser endozoica, la cual se da cuando el animal come el fruto y defeca las semillas en otros sitios; y la ectozoica, donde las semillas se adhieren al cuerpo o pelaje del animal.
El último aliado de las plantas es el fuego que, aunque puede ser considerado negativo, sin él, especies como los pinos no podrían abrir sus semillas (conos).
No obstante, la intensidad y duración del fuego se convierten en factores vitales, ya que si los incendios son muy frecuentes evitará que las plantas produzcan conos, es decir, reproducirse.