La contingencia sanitaria ha ocasionado lo que denominan «fatiga pandémica», y son las mujeres las más afectadas
Anayeli García Martínez / Cimac Noticias
Ciudad de México.- Aunque son actividades esenciales y cotidianas, el cuidado de hijas e hijos, de personas adultas mayores y las labores de limpieza y cuidado del hogar son situaciones que agotan emocionalmente a las mujeres.
La pandemia por COVID 19 que llegó a México hace de un más de un año y que a partir del 23 de marzo de 2020 obligó a las autoridades a tomar medidas extraordinarias como pedir a la gente que permaneciera en casa para evitar la propagación del virus, también generó fatiga pandémica.
Este concepto, según la Organización Mundial de la Salud, se refiere a la reacción de las personas ante las prolongadas medidas y restricciones generadas por la pandemia y se puede manifestar en cansancio o agobio por la rutina que ha implicado la pandemia. Las mujeres están especialmente cansadas por el trabajo que les toca realizar.
Un reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México indica que hasta febrero pasado se ofrecieron 263 apoyos a mujeres agotadas emocionalmente; 56 por ciento de ellas dijo que la situación que la mantenía fatigada era el cuidado de las y los hijos, 19 por ciento el cuidado de adultos mayores y 18 por ciento las labores del hogar.
Las mujeres también dijeron estar casadas por estar al cuidado de nietas y nietos, de acuerdo con 3 por ciento de las que recibieron ayuda psicológica, 2 por ciento porque realizaban más trabajo en casa que los hombres y el resto por cuidado de varias personas, ya sea hijas, hijos, personas adultas, hermanos o sobrinos.
A través de la Línea Mujer y Familia y el Chat de Confianza (55 5533 5533) del Consejo Ciudadano, 110 psicólogas y psicólogos del organismo ofrecieron contención emocional y consejos para afrontar este cansancio excesivo. El mensaje fue: es normal estar agotada ante un contexto adverso, pero no es su culpa ni están solas.
Por esta situación, 39 mujeres fueron canalizadas al Centro de Recuperación Emocional Consejo Ciudadano (CRECC) donde recibieron terapia que les ayudó a sentirse en calma consigo mismas y a aprender que su tranquilidad también es importante.
El Consejo Ciudadano informó que las mujeres han estado y están sobreexpuestas a tareas de cuidado y trabajos múltiples que ellas mismas consideran permanentes, simultáneos, que no les dejan tiempo para el descanso y que provocan la disminución de sus ingresos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hasta 2019, en promedio las mujeres de 12 años y más realizaban 30.8 horas semanales de trabajo doméstico no remunerado; 12.3 horas de trabajo no remunerado de cuidados para integrantes de su hogar y 9.4 horas de trabajo voluntario, no remunerado en otros hogares.
Violencia de género
La pandemia también generó que se reconociera la violencia contra las mujeres dentro del hogar. Esto se notó en el aumento en las llamadas de emergencia tras el inicio del confinamiento, una medida que fue parte de la Jornada de Sana Distancia, que se decretó el 23 de marzo de 2020.
En el caso de las llamadas a la Línea Mujer y Familia o el Chat de Confianza se encontró que durante los dos primeros meses de 2021 se recibieron 761 reportes, cifra 12 veces mayor que las atenciones brindadas en 2019 y seis veces más que el mismo periodo de 2020.
El reporte del organismo indica que el ambiente violento no se agudizó con la pandemia y el confinamiento porque desde antes se registraba. Sin embargo, el contexto sanitario favoreció la visibilización del problema.
Pese a que hubo un alza en los reportes a las líneas de emergencia, las denuncias ante las autoridades no tuvieron el mismo comportamiento debido a diversos factores.
En las llamadas del Consejo Ciudadano también se encontró que entre las razones por las que las mujeres no denuncian son miedo, cuando las usuarias dijeron «No sé qué hacer sin él», «Me va a lastimar» o «Me va a quitar a mis hijos». La segunda causa es apego emocional, con frases como «Va a cambiar».
Otras razones para no denunciar es que las mujeres no tienen independencia económica, por ejemplo cuando mencionaron frases como «Yo no trabajo»; las autoridades no son tienen empatía, «No quisieron iniciar mi denuncia»: o porque no cuentan con redes de apoyo, «No tengo a dónde ir».
El 8 por ciento de los reportes recibidos en el Consejo Ciudadano terminaron en la integración de una carpeta de investigación por violencia familiar. Las abogadas y psicólogas de esta institución acompañaron a 284 mujeres a iniciar su carpeta de investigación entre enero de 2020 y febrero de 2021.
Los datos del Consejo revelan también que 35.5 por ciento de las llamadas por violencia familiar ocurrieron entre las 11:00 y las 15:00 horas, y 42 por ciento de las mujeres buscaron apoyo para entender qué pasaba en su relación.