El Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) presentó este lunes el Monitoreo de Medios de Comunicación con Perspectiva de Género en el Proceso Electoral del 2021.
Agradezco la invitación para participar en la presentación de este informe y comparto, como les prometí, los comentarios que hice durante esta presentación virtual.
En total se monitorearon 2 mil 848 notas periodísticas. El contenido fue generado en un 28 por ciento por hombres; 17.3 por ciento por mujeres; 2.9 por ciento, por personas de ambos géneros; y en un 51.7por cientode las notas, no se especificó el género de la persona generadora.
De las notas analizadas, mil 56 hicieron alusiones a candidatas y candidatos en campañas electorales y es en este sentido en el que se puede apreciar una consolidada tendencia hacia el protagonismo masculino ya que, de la totalidad de los géneros analizados, 75.7 por ciento de las notas hicieron referencia a candidatos, en contraste con un 22 por ciento en el que las candidatas fueron las protagonistas. En un 2.3 por ciento, las notas hicieron mención de ambos géneros.
Cabe destacar que el informe no menciona si las notas se realizaron en sentido positivo o negativo. Hasta acá los datos cuantitativos, de ellos podríamos hacer diferentes análisis.
Los monitoreos de los medios de comunicación son importantes porque nos ayudan a registrar, documentar, dar seguimiento, hacer análisis y con base a ello implementar acciones afirmativas o políticas públicas
El periodismo permite a la sociedad manejar información común, formarse juicios a partir de ella y actuar con base a esas reflexiones, de ahí la importancia de la labor periodística. Los medios de comunicación pueden cambiar imaginarios sociales, ejercer presión a los poderes de gobierno. El manejo de la información de parte de las y los periodistas puede ayudar o afectar a la visibilización de la participación política de las mujeres.
El resultado del monitoreo muestran prácticas constantes en los medios como son la baja representación de las mujeres en las noticias, su cosificación y sexualización. En los medios siguen siendo representadas como «algo» no pensante y sin voz propia. Se continúa viendo como un ser sexualizado y se ignoran sus cualidades y habilidades intelectuales y personales.
Las personas que hacen los medios de comunicación no vienen de otro país o de otro planeta, crecieron en esta misma sociedad y continúan anteponiendo sus prejuicios en la construcción de su discurso periodístico, algunos continúan sin ver el aporte de las mujeres, menosprecian su palabra, su experiencia, su propio testimonio y conocimiento.
En la prensa es común que se intente ridiculizar el papel de las mujeres que están en la política. Su conocimiento o experiencia en diferentes áreas no es tomado en cuenta cuando se les entrevista o se habla de ellas se da por sentado que ignoran ciertos temas o que carecen de experiencia y las propias mujeres políticas se dan cuenta de ello por la forma en cómo las abordan de ahí que la legisladora Jiménez Sesma diga «me entrevistan porque quieren ridiculizarme» porque se da cuenta en el trato.
En México en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia hay una enunciación de la violencia que se ejerce contra las mujeres en los medios, en el programa para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en el artículo 38 apartado VIII dice:
El Programa contendrá las acciones con perspectiva de género para: Vigilar que los medios de comunicación no fomenten la violencia contra las mujeres y que favorezcan la erradicación de todos los tipos de violencia, para fortalecer el respeto a los derechos humanos y la dignidad de las mujeres.
En la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer realizada en 1994 conocida como Belém do Pará se aborda la problemática, se señala en el inciso G del artículo 8, la necesidad de «alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la Mujer en todas las formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer».
Aunque a nivel internacional se ha visto la importancia de los medios de comunicación como un factor para cambiar el imaginario social sobre la participación política de las mujeres y que lejos de que sean actores que violenten, sean aliados en la paridad efectiva, a nivel local aún se nota que son escasas las acciones afirmativas para que los medios de comunicación cambien su discurso en este tema.
Los casos de violencia política de género que he documentado desde mi oficio periodístico son: presión para renunciar a su cargo, inequidad en la distribución de recursos económicos para las campañas, cosificación y sexualización en los medios de comunicación y violencia física.
Debido a que la participación política es un asunto público y las mujeres han estado invisibilizadas en ese espacio, su intervención ha sido menor a lo largo de la historia en comparación con los hombres.
La participación política no es solo el derecho que tiene la ciudadanía de votar y ser votada. Es el conjunto de acciones que se realizan para ejercer el derecho de que su voz sea escuchada entre las personas tomadoras de decisiones.
Para lograr la paridad efectiva es necesario que los medios de comunicación visibilicen la participación política de las mujeres, sean aliados y no violentadores.