Por Sandra de los Santos Chandomi
Una de las ventajas del oficio periodístico es que nos permite hacer redes. No recuerdo cuándo y cómo con exactitud conocí a las compañeras abogadas de “Toma tu remo” una red que da acompañamiento jurídico a personas periodistas que sufren acoso judicial.
Esta red, conformada por diferentes organizaciones y personas abogadas de diferentes partes del país, lo que hacen es dar asesoría y acompañamiento jurídico a periodistas que sufren de acoso judicial. Lo hacen porque están convencidas que el trabajo que ejercemos las y los comunicadores es necesario para la democracia y el acceso a otros derechos de la ciudadanía.
Hace unos meses me pidieron hacer el prólogo de una Guía para la Defensa Legal de Personas Periodistas, que presentaron a finales del mes pasado en Casa España en la Ciudad de México y ahora andan presentando el libro en diferentes partes de la República. Este martes 08 de mayo estuvieron en Chiapas.
Les comparto el prólogo que escribe para la guía, la cual se puede descargar de manera gratuita en: perteneces.org:
En más de una ocasión he escuchado a gobernantes las expresiones: “se procederá conforme a derecho”, “ejerceremos la fuerza de la Ley”, “se aplicará el Estado de derecho”. Lo dicen en tono de amenaza, posicionados desde un lugar “oscuro”, como que si el Estado de derecho y la Ley contravinieran a la ciudadanía y su legítimo derecho a manifestarse o expresar sus ideas. Lamentablemente muchas veces se utiliza el acoso u hostigamiento judicial como medida para coartar la libertad de la expresión y libertad de prensa.
El derecho a la libertad de expresión no es privativo para las personas periodistas, es un derecho fundamental para cualquiera en un país democrático. Pero, este derecho para quienes ejercemos este oficio es nuestra herramienta principal de trabajo, sin ella no podemos hacer nada, va acompañando eternamente nuestra cotidianidad “como el zumbido al moscardón”. Por eso, como periodistas, nos toca defender nuestra herramienta de trabajo, cuidarla, tener los conocimientos necesarios para defenderla. Así como las y los cocineros cuidan sus cuchillos.
Esta guía es un esfuerzo para que como periodistas tengamos herramientas para cuidar nuestro principal instrumento de trabajo. Debemos de reconocer que como periodistas andamos tan metidos en nuestra labor que a veces se nos olvida de hacernos de herramientas para defender el derecho más valioso que tenemos en nuestro oficio, que además, está íntimamente ligado al derecho a saber de la ciudadanía. Afortunadamente hay organizaciones aliadas como Sin Remo, que nos ayudan con esta parte, que nos acompañan, que saben que nuestro trabajo es importante y que es difícil hacerlo sin el respaldo de las y los otros.
No es deseable que dejemos de dedicar tiempo al periodismo para dedicar nuestra mente, esfuerzo físico y tiempo a tramitar un amparo, ir a rendir declaraciones, hacer cartas públicas y tramitar quejas ante organismos de derechos humanos y defensores de la libertad de expresión. No es normal, pero es algo que hacemos y debemos de tener las herramientas para ello.
Pensar en una sociedad democrática, con ciudadanos participativos, conscientes, críticos y responsables, no es posible sin valorar el papel que tienen periodistas y medios de comunicación en este proceso.
Hace un tiempo una persona, ajena al oficio periodístico, nos cuestionaba a un grupo de mujeres comunicadoras: ¿Qué nos da valor? qué nos da valor de correr en sentido contrario de donde los demás salen para estar a buen resguardo; para decir en voz alta lo que muchos prefieren decir dentro de las paredes de su casa porque sólo ahí se sienten seguros; qué nos da valor de seguir en una profesión en donde a veces quienes nos deberían de proteger nos persiguen, y entendí que lo que nos da valor es saber que nuestro trabajo es necesario en cualquier lugar en donde se quiera alcanzar la democracia. Nos da valor el saber que no estamos solas y solos, que hay organizaciones y ciudadanía que nos acompaña. Que hayan dedicado tiempo y esfuerzo en construir esta guía es materializar su acompañamiento y recordarnos todo eso que nos da valor.