Con más de 33 mil registros, los comités de evaluación del Poder Judicial, Legislativo y Ejecutivo enfrentan la tarea de depurar listas para elegir a jueces, magistrados y ministros. Exámenes, méritos académicos y decisiones discrecionales marcan las diferencias en el proceso de selección
Aquínoticias Staff
Concluido el periodo de registros para las elecciones judiciales de 2025, los comités de evaluación de los tres poderes de gobierno en México tienen el reto de depurar más de 33 mil aspirantes a ocupar 31 cargos superiores y 850 plazas de jueces de Distrito y magistrados de Circuito. Cada poder adopta métodos distintos para elegir a los mejores perfiles, dejando ver enfoques variados sobre meritocracia, transparencia y criterios de selección.
Poder Judicial: Estrictos filtros y evaluaciones
El Comité de Evaluación del Poder Judicial inició su análisis con 3,814 registros. Su proceso es el más riguroso:
- Revisión de requisitos básicos: Se eliminarán aspirantes que no cumplan con las normativas mínimas.
- Evaluación curricular: Se analizarán 39 factores vinculados a experiencia laboral, académica y docente.
- Examen escrito: Entre el 13 y el 17 de enero, los aspirantes presentarán una prueba de opción múltiple para avanzar a la siguiente etapa.
Con este enfoque técnico, el Poder Judicial busca garantizar que los seleccionados posean las competencias necesarias para enfrentar los retos del sistema judicial.
Poder Legislativo: Méritos antes que exámenes
El Legislativo registró 10,959 aspirantes y aplicará un modelo basado en puntuación:
- Calificación de méritos: Se asignarán puntos a logros académicos (40), experiencia profesional (30) y reputación (30).
- Entrevistas: Solo quienes obtengan más de 80 puntos pasarán a esta etapa.
- Sin examen: A diferencia del Judicial, no se aplicará una evaluación de conocimientos.
Este sistema prioriza el mérito académico y la trayectoria profesional, aunque ha generado dudas por la falta de pruebas técnicas.
Poder Ejecutivo: Decisión discrecional
Con la lista más amplia, de 18,477 registros, el Poder Ejecutivo ha optado por un enfoque menos estructurado:
- Sin filtros formales: No habrá exámenes ni sistemas de puntuación.
- Selección directa: Se elegirán perfiles que el comité considere «idóneos» para avanzar a entrevistas.
Esta metodología ha sido criticada por su opacidad y falta de criterios claros, lo que contrasta con los enfoques más técnicos de los otros poderes.
Un proceso con desafíos legales y políticos
Tras las entrevistas, los comités deberán insacular a los tres mejores candidatos por cada cargo superior y dos para las plazas restantes. Los seleccionados deberán ser aprobados por el Congreso, la presidenta Claudia Sheinbaum, y el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), antes de incluirse en las boletas para la elección final.
El camino hacia la renovación del sistema judicial mexicano refleja no solo la diversidad de criterios entre los poderes, sino también los retos de implementar procesos equitativos y transparentes que fortalezcan la confianza ciudadana en las instituciones.