Les gan la ambicin: Supuestos ambientalistas «sacaron el cobre»

Acusan a la empresa constructora de la familia Pavía de ecocidio al invadir el área de conservación ecológica del Cerro Mactumatzá-Meseta de Copoya, con el fin de construir un fraccionamiento sin autorización

Fujiko Yamasaki / Portavoz

[dropcap]M[/dropcap]iembros de la Unión para la Conservación de la Meseta de Copoya acusan a la empresa constructora de la familia Pavía de ecocidio al invadir el área de conservación ecológica del Cerro Mactumatzá-Meseta de Copoya, con el fin de construir un fraccionamiento que no cuenta con ningún permiso ni autorización municipal para el uso del suelo.
La arquitecta Tania Jarquín Jiménez y otros miembros de la organización ambientalista ya han presentado una denuncia ante el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, en donde piden al presidente municipal, Fernando Castellanos Cal y Mayor, que tome cartas sobre el asunto.
Los activistas aseguraron que en meses atrás la empresa de la familia Pavía había apoyado a la conservación de la zona, sin embargo actualmente esta empresa ha destruido alrededor de 20 hectáreas.
Al solicitar información sobre los hechos al agente municipal, Virgilio Pérez mencionó que desconocía que el área fuera de conservación ecológica y tampoco tenía conocimiento de que se estuvieran realizando obras de construcción.
La Meseta de Copoya tiene una superficie de aproximadamente 2 mil 870 hectáreas de selva baja y media, además de ser el hogar de numerosas especies de plantas y animales, el área natural aporta a la regulación del clima, la captación de agua e impide deslizamientos de tierra, de acuerdo con el Programa de Ordenamiento de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, publicado en 2011.
Además dicho programa menciona que el área cuenta con una falla sísmica, por lo que de continuar desforestando la meseta, podría generar deslaves, deslizamientos, derrumbes y hundimientos, afectando a los habitantes del fraccionamiento, como sucedió en la colonia Cueva del Jaguar.
Así pues, los activistas han mencionado que siguiendo el atlas de riesgo vigente de Protección Civil, se señala que la zona de alto riesgo y debido a que el tipo de vegetación es de alto valor su recuperación es difícil de conseguir.
Cabe mencionar que anteriormente la zona ya había sido afectada por diversos grupos de personas que habían deforestado y quemado la flora para crear sus asentamientos, tras los esfuerzos de la Unión para la Conservación de la Meseta de Copoya se logró desalojar a los invasores que en ese entonces habían destruido siete hectáreas.

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