Libros y deportes: cuando la literatura habla de nuestras pasiones

En la literatura hay gran cantidad de historias que transcurren en campos de fútbol, canchas de tenis y hasta tableros de ajedrez. Así como ya hemos hablado de los mejores libros de aventuras, hoy vamos a hablar de esas otras aventuras de nuestra rutina, los deportes, que también protagonizan páginas de libros inolvidables

Aquínoticias Staff

Fútbol

Empezamos por el deporte internacionalmente más popular, el fútbol. Muchos grandes escritores nos han mostrado que el fútbol y la cultura popular, lejos de contradecirse, se compaginan bien. El escritor argentino Eduardo Sacheri, reconocido por su novela La pregunta de sus ojos, nos cuenta en Papeles en viento la historia de un delantero al que le ocurre la peor desgracia: no hace goles. Y en La vida que pensamos: cuentos de fútbol, el mismo autor nos presenta historias de gente común cuyas vidas están marcadas por el fútbol desde la niñez.

Siguiendo con la literatura rioplatense, por su parte, el uruguayo Eduardo Galeano también nos ha dejado páginas memorables inspiradas en su deporte favorito. Cerrado por fútbol recoge todos los textos publicados de Galeano sobre esta temática, en donde el autor refleja su pasión y nos lleva de viaje por la historia del fútbol, narrando con estilo todo tipo de anécdotas que incluyen a astros como Diego Maradona y Zinedine Zidane.

Tenis

En cuanto al deporte blanco, el mexicano Álvaro Enrigue escribió Muerte súbita, ganadora del Premio Herralde de Novela en 2013. En sus páginas imagina un duelo entre el pintor Caravaggio y el poeta Quevedo, y lo sitúa en un contexto singular: una cancha de tenis de la Plaza Navona, en la ciudad de Roma.

En Los niveles del juego, la prosa del norteamericano John McPhee nos transporta a 1968, y particularmente a un partido decisivo del US Open, inmerso en el agitado contexto histórico de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.

La broma infinita, de David Foster Wallace, ha sido considerada una de las mejores novelas escritas en inglés, y en ella el escritor estadounidense sitúa muchos de los acontecimientos en una academia de tenis, donde los protagonistas estudian y entrenan. Foster Wallace nunca ocultó su pasión por el deporte blanco: en El tenis como experiencia religiosa, un conjunto de ensayos, el escritor describe con maestría algunos de los atributos más destacados del tenis: su belleza, exigencia y perfección.

Deportes mentales

Entre los deportes de habilidad mental por supuesto que se destaca el ajedrez. Y son numerosos los casos en que la literatura y el ajedrez se entremezclan, como en la icónica escena de Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll, en la que la protagonista tiene que jugar una singular partida de ajedrez gigante, o en ciertos poemas de Jorge Luis Borges en El hacedor, en los que el ajedrez adquiere una dimensión metafísica y se entrelaza con nuestro destino como seres humanos.

También podemos citar grandes obras relacionadas con el póker. Grandes autores como Paul Auster y Hunter S. Thompson escribieron libros en los cuales el tradicional juego de cartas es el protagonista y que se consideran algunas de las mejores obras sobre esta temática. En este sentido, en La música del azar, de Auster, un viajero a la deriva conoce a un jugador profesional de póker para jugar contra dos contrincantes que atesoran una fortuna. Y en Pánico y locura en Las Vegas, de Thompson, el póker es uno de los elementos centrales de una trama que se desarrolla en Las Vegas, sin dudas la capital del juego y del espíritu lúdico.

Beisbol

El deporte rey no podía quedar afuera de nuestras recomendaciones. En El mejor, del estadounidense Bernard Malamud, nos encontramos con la historia de Roy, un joven y talentoso beisbolista que, tras haberse retirado, decide volver a jugar y deberá demostrar que su talento sigue intacto.

Y, por último, si buscamos por la literatura mexicana, sin dudas debemos detenernos en Pisa y corre: beisbol por escrito, una selección de textos inspirados en este juego que alimenta especialmente las pasiones y la imaginación de los mexicanos.

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