La Sinfónica Esperanza Azteca busca apropiarse de espacios públicos para que el público en general se acerque más a la cultura y los niños y jóvenes se interesen por este bello arte
Fujiko Yamasaki / Portavoz
[dropcap]A[/dropcap]ún faltaba una hora para el espectáculo pero la gente ya estaba instalándose en los asientos, mientras que en el escenario ocurrían las pruebas de sonido e iluminación. Personas de todas las edades esperaban que el reloj marcara las siete de la noche y las campanas de la catedral dieran la señal para que la música clásica invadiera las calles.
El concierto Sinfonía Primavera con la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca se ofreció la noche de este sábado en la Avenida Central, a un costado de la iglesia de San Marcos. Aproximadamente dos mil espectadores se dieron cita para escuchar la interpretación de los temas del cantante y compositor Juan Gabriel.
«Amor eterno», «Hasta que te conocí» y «Adiós amor» fueron algunas de las canciones que dejaron al público conmovido, y es que, además de la agrupación conformada por niñas, niños y jóvenes se contó con la participación del grupo mariachi «Mexicanísimo» de Oscar Hernández, así como de un coro conformado por madres y padres de familia, quienes a raíz de acompañar a sus hijas e hijos a los ensayos se contagiaron de la energía musical.
Bajo la batuta del director de la orquesta Rodrigo Díaz Bueno, esta presentación fue parte de un proyecto llamado «Conciertos al aire libre», el cual busca rescatar espacios públicos con actividades culturales para que el público se acerque más a la cultura y que las nuevas generaciones se interesen por este tipo de música.
La agrupación sinfónica ha impulsado que varios jóvenes se sigan preparando y culturizando como es el caso de María José Oyarzabal de 16 años, estudiante del propedéutico de la Orquesta, quien tuvo una destacada participación en este concierto al interpretar las canciones «Abrázame muy fuerte», «Costumbres» y «Ya lo sé que tú te vas».
Pese a su corta edad, María José ya tiene bien trazado hacia donde dirigirá sus estudios, gracias a su acercamiento a la música.
«Siempre me ha gustado mucho cantar y me llamó la atención entrar a esta orquesta; la verdad nunca me imaginé que la música se iba a convertir en todo para mí. Si Dios me permite me gustaría irme a estudiar a la Escuela Superior de Música en la Ciudad de México y continuar con esta hermosa carrera de canto.»
El concierto cerró con «Te sigo amando» y el «Noa noa», que puso a bailar a más de un espectador. Al final, el público ovacionó de pie a los jóvenes talentos y manifestó su deseo de continuar presenciando este tipo de eventos.
«Me pareció un concierto muy ameno, bastante aceptable y que se disfrutó bastante bien. A mí me gusta mucho Juan Gabriel, particularmente, soy muy fan de sus canciones y se me hizo una bonita manera de recordarlo. Creo que se deberían de abrir más puertas a todo tipo de eventos culturales, no solo éste, pero abrirle las puertas a muchos proyectos artísticos independientes que se forman y que a veces no tienen la atención necesaria.», comento Francisco Javier Marroquín Figueroa, de 20 años de edad.
