La falta de regulación en refrescos y la poca accesibilidad al agua potable, maximiza la probabilidad de contraer diabetes mellitus entre las comunidades indígenas, incluso entre los jóvenes
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
En la región de Los Altos de Chiapas es más fácil contraer una enfermedad crónica por el consumo de refrescos que a una vida saludable a través del consumo de agua potable y es que falta de políticas públicas que regulen la venta de refrescos azucarados en la entidad, además de la poca accesibilidad de agua potable, ocasiona que la población se vea obligada a consumir bebidas azucaradas.
Recientemente el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR), lamentó que un chiapaneco bebe 821.25 litros de refresco al año, situación se relaciona con la alta prevalencia de diabetes mellitus en la región, que en la última década ha sido la principal causa de muerte, mientras que a nivel nacional Chiapas se ubica en el primer lugar de prevalencia por esta enfermedad en la población entre los 20 y 79 años de edad.
«Debe haber una política de estado que implique en que la sociedad civil, el sector privado y el gobierno trabajen para promover políticas que atiendan a las causas fundamentales básicas de la mal nutrición… hay países en donde se habla que los niños tienen desnutrición crónica o aguda y 50 por ciento de las madres tienen sobrepeso», expuso Hernán Delgado.
Por lo anterior, mencionó que de seguir este consumo refresquero en Chiapas el número de infantes y adultos con sobrepeso y obesidad podría superar la media nacional, considerando que actualmente el 47.1 por ciento a nivel estatal, 19.1 por ciento en la zona rural y en la zona urbana, es de 28 por ciento de niños menores de cinco años ya registran este padecimiento.
