Los deslices peligrosos de Enoc Hernandez / Hector Estrada

Enoc Hernández Cruz, líder estatal del Partido Mover a Chiapas, parece estarse acostumbrando a ser protagonista de escándalos mediáticos debido a su ya conocida falta de tacto político, descaro y desparpajo a la hora de encabezar actos públicos.
Hace sólo unas semanas el líder partidista fue blanco de las críticas y el escarnio público cuando un video de su ostentosa y multitudinaria fiesta de cumpleaños se filtró a las redes sociales mostrando al político junto a decenas de invitados cantando el popular corrido «El Jefe de Jefes».
Fue la magnitud de la fiesta con decenas de asistentes y la actitud soberbia de Enoc Hernández la causa del rechazo inmediato entre la opinión pública. Y es que, no era necesario ser un genio en las estimaciones financieras para saber que la fiestecita de cumpleaños requirió de un gordo presupuesto.
No transcurrió ni un mes para que el líder del Partido Mover a Chiapas, caracterizado por su flexibilidad política, se viera involucrado en un nuevo escándalo. Esta vez, fue una fotografía del dirigente partidista repartiendo despensas de programas gubernamentales la que lo colocó nuevamente en el ojo del huracán.
La prueba fotográfica del hecho resulta clara y convincente. El político uniformado con los logos de su partido encabezaba el reparto de despensas de un programa estatal. No queda espacio a la duda sobre el hecho que demuestra gráficamente el uso de material gubernamental a manos de Hernández Cruz.
Aunque la distribución de este tipo de insumos de programas de gobierno para «alimentar» a las estructuras de movilización del voto no resulta un asunto que sorprenda a muchos, lo que si escandaliza es el cinismo con el que un líder de partido político se exhibe en plena flagrancia.
Si bien Enoc Hernández es un personaje ya conocido por sus «extravagancias políticas», este tipo de exhibiciones públicas lo deben dejar muy «mal parado» frente a sus jefes que, pese al cariño familiar y las entrañables amistades, terminan siendo expuestos por los constantes resbalones públicos del sancristobalense.
Urgen explicaciones de todos las partes involucradas para esclarecer lo que ha parecido obvio desde la fundación exprés de ese partido político local. Se debe a la ciudadanía transparentar el hecho y dar la cara ante tan evidentes muestras de irregularidades. Sin embargo, hoy este reclamo resulta mucho pedir.
De la intervención de las autoridades electorales, los árbitros en materia de fiscalización y la postura de los partidos de supuesta oposición ya ni hablamos. Seguramente el hecho quedará registrado como un episodio más de los «deslices» cometidos por Enoc Hernández y la aparente inmunidad que hoy le otorgan sus convenientes relaciones amistosas.

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