Debido a la presencia de grupos paralimitares, las y los habitantes de ese lugar se están desplazando
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Debido a los constantes ataques por grupos de corte paramilitar, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), informó que la comunidad indígena de Magdalena, del municipio de Aldama es casi ya un pueblo fantasma por el desplazamiento interno forzado de sus habitantes.
El centro dio a conocer que casas abandonadas y otras semihabitadas son el resultado del constante ataque con armas de alto calibre en dos de 13 comunidades del Pueblo Maya Tsotsil de Aldama, que siguen bajo el asedio de grupos civiles armados de corte paramilitar procedentes de Chenalhó.
Una de las problemáticas principales, refirió el Frayba es el desplazamiento forzado que enfrentan las familias tsotsiles de Aldama, que es continuo y difícil de cuantificar por la frecuencia e intensidad de los ataques con arma de fuego en la región.
«La población abandona sus casas y después cuando baja el riesgo o aumenta el hambre, regresan a sus hogares. También hay quienes llevan cuatro y dos años sin regresar», expuso.
Algunas mujeres de Magdalena, dijo han desarraigado su fogón de la cocina familiar para hacer las tortillas de manera colectiva en los espacios del desplazamiento forzado, para dar lo mínimo de alimentos a sus familias, comiendo sobre las canchas de basquetbol y voleibol.
Sin embargo, resaltó que otras mujeres carecen de lo mínimo en refugios en la montaña, «metidas en el monte, para resguardarse de los disparos con armas de alto calibre que cruzan desde Santa Martha, Chenalhó. Estas últimas no han podido escapar del horror, del hambre, la enfermedad y el frio».
Aunque, el Frayba señaló que el fenómeno social persiste desde mayo de 2016, cuando inició el desplazamiento forzado de la población de Magdalena, provocado por ataques de grupos civiles armados de corte paramilitar procedentes de Manuel Utrilla, Santa Martha, Chenalhó.
En esa fecha, recordó que 115 comuneros fueron despojados de sus tierras; 60 hectáreas que devienen en un conflicto ocasionado por la Secretaría de la Reforma Agraria desde 1975.
En el 2016, subrayó el centro, que siete familias fueron desplazadas por un grupo armado que incursionó y las atacó. «La agresión consistió además en quema de casas, robos y destrucción de cultivos, entre otros delitos que se encuentran denunciados en una carpeta de investigación ante la Fiscalía General del Estado de Chiapas».
Por ello, llamó al Estado a construir un camino de paz y acompañar con ayuda humanitaria a la población en desplazamiento forzado en los límites de Magdalena-Chenalhó, Chiapas.