A mi manera / Rodrigo Yescas Núñez

Matando la chimenea

Alarmante el dato que, debido al plantón magisterial y bloqueos en varios lugares de la geografía estatal, se hayan cancelado más de 5 mil reservaciones en hoteles chiapanecos.
No es poca cosa. Estamos hablando de cerca de 20 millones de pesos (en el estimando que cada reserva es de 3 noches y cada noche cuesta 1,200 pesos en promedio) que dejarán de percibir hoteleros en estos días; dinero del cual se pagan nóminas, gastos de operación, energía, agua potable y todas las comodidades que se le ofrecen a un huésped.
¿Pero que te afecta a ti, Chico?
Pues aparte de la deplorable imagen que damos al turista nacional e internacional, afecta en que si antes nos pedían 600 periódicos al día para sus huéspedes, ahora piden 80. Pero vaya, eso es lo de menos. Sin embargo por ahí va la cosa. Por un lado el hotel se ve en la necesidad de recortar personal o privilegios al visitante, que no tiene la culpa de lo que pasa aquí, dicho sea de paso; y por otro, se reduce la compra a proveedores, impactando directamente los bolsillos de quienes surten de carne, pan, agua y todo eso que podemos encontrar en cualquiera hotel de cuatro y cinco estrellas. Luego, ese proveedor también tiene compromisos que liquidar y se las verá negras, y pues así se va la cadenita.
Pero, desafortunadamente, la cosa no para ahí. Supongamos que cada reservación, así bajita la mano, consta de 2 personas que visitarán Chiapas de viernes a lunes. ¿Qué les gusta que gasten al día entre transporte, comida, compras y chucherías? ¿Unos 800 pesos al día entre ambos? Pues bueno, esos son otros 30 millones de pesos en derrama que dejarán de recibir los comercios chiapanecos en este periodo de berrinche magisterial.
¿Lo más triste? Seguimos promocionando al estado como un destino de primera, cuando ya ni destino siquiera es cuando el viajero queda varado en cualquiera de los bloqueos que a diestra y siniestra aplican a diario los «maestros» de Chiapas.
Así que hagan las sumas: no sólo tienen a Chiapas en los últimos lugares en aprovechamiento educativo, sino que condenan el futuro estudiantil al preferir la calle a las aulas. Un niño chiapaneco ya viene con desventajas de aprendizaje contra cualquier otro niño del país. Ahora súmenle la disminución de derrama económica por concepto turístico y el desprestigio que se lleva y circula de boca en boca el turista desencantado.
Así no se puede.
Quizá por ello existe ya la inquietud de un exitoso empresario local por contender por la gubernatura de Chiapas, pues a veces pareciera no bastar con tener las posibilidades económicas, sino la voluntad política para enderezar el rumbo. Nos vemos…

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