La guardiana del legado del traje de chiapaneca rescata bordados ancestrales para preservar identidad y cultura en Chiapa de Corzo, fortaleciendo el orgullo chiapaneco
Noé Juan Farrera Garzón / AquíNoticias Staff
Marité Nandayapa Vargas se ha consolidado como la principal defensora del traje de chiapaneca, símbolo identitario de Chiapas. Desde su rol como exdirectora de Cultura, Arte y Patrimonio de Chiapa de Corzo, ha investigado sus raíces coloniales: «Surge cuando monjas enseñaban bordado europeo a mujeres indígenas, creando un mestizaje textil».
Su batalla más urgente es preservar la técnica del «contado», un bordado tradicional en peligro de extinción. A través de talleres comunitarios y eventos como la pasarela Nárima Nilú —donde exhibe trajes históricos y contemporáneos—, combate el desinterés generacional. «Cada puntada cuenta nuestra historia», afirma sobre este patrimonio que enriquece la Fiesta Grande de enero.
El libro Nárima Nilú, Origen y Evolución del traje de chiapaneca y sus exposiciones en el Museo Regional de Chiapas demuestran su enfoque pedagógico. «No es solo un vestido: es memoria viva», insiste quien impulsó el Día de la Chiapaneca (14 de enero) para celebrar el legado femenino.
Su trabajo en el ayuntamiento local le permitió institucionalizar estas acciones. Hoy, mientras nuevas generaciones aprenden el oficio, su labor evita que se pierda un arte que entrelaza siglos de historia, identidad y orgullo chiapaneco.
Con información de Primer Plano Magazine

