El intercambio entre la gobernadora de Chihuahua y la dirigente de Morena escala a un tono judicial y político; la panista anuncia demanda y la morenista responde con ironía desde su cuenta de X
AquíNoticias Staff
La confrontación entre la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia “Maru” Campos Galván, y la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, subió de tono tras una serie de declaraciones cruzadas que reflejan la creciente tensión entre el oficialismo y la oposición rumbo al reacomodo político de cara al 2030.
Todo comenzó el 29 de agosto, cuando durante una visita a Chihuahua, Luisa María Alcalde afirmó que el Partido Acción Nacional (PAN) consideraba a Maru Campos como una de sus posibles candidatas presidenciales para 2030, comentario que derivó en un intercambio de acusaciones públicas.
“Están perdidos, andan de brújula. Candidatearon a la gobernadora Maru Campos para 2030”, expresó Alcalde en conferencia de prensa, al tiempo que la calificó como “una de las peores evaluadas del país” y la acusó de “solapar las corruptelas de César Duarte”, exgobernador de Chihuahua preso por corrupción.
Alcalde remató señalando que “si esos son los cuadros para 2030 que tiene el PRIAN, están extraviados”.
Maru responde: “Ya estuvo bueno de esas tonterías”
En respuesta, Maru Campos rechazó las acusaciones y anunció que presentará una demanda por daño moral contra la dirigente morenista.
“Ya estuvo bueno de esas tonterías que anda diciendo. Se nota el juego perverso por parte de ella, no nada más hacia una servidora, sino hacia todos los gobernadores de Acción Nacional”, declaró ante medios locales.
Campos subrayó que no se trata de una amenaza, sino de una “recomendación para que esté tranquila” con los gobiernos de oposición, asegurando que su administración trabaja en coordinación con el gobierno federal que Alcalde representa.
Luisa María Alcalde responde desde X
Horas más tarde, Luisa María Alcalde respondió a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter) con un mensaje de tono irónico:
“Le informo que soy dirigente de Morena y mi responsabilidad como tal es hacer conciencia de lo que ustedes representan y de los pésimos resultados de sus gobiernos.”
La exsecretaria de Gobernación añadió que seguirá impulsando la transformación en estados donde ‘el saqueo y la corrupción continúan a sus anchas’, y cerró con un mensaje directo:
“Disculpe usted los inconvenientes que esto pueda ocasionarle.”
Contexto político y lectura de fondo
Este enfrentamiento ocurre justo cuando el PAN busca relanzar su identidad política con nuevos lineamientos internos —los llamados “10 mandamientos del PAN”— que incluyen el fin de alianzas tradicionales y el rechazo a mecanismos de selección tipo Morena.
La figura de Maru Campos ha sido promovida por algunos sectores panistas como un perfil competitivo para la elección presidencial de 2030, especialmente por su liderazgo en el norte del país, aunque enfrenta críticas por su relación con antiguos cuadros del duartismo.
Por su parte, Luisa María Alcalde, una de las figuras más jóvenes del morenismo, asume un rol más combativo desde la dirigencia nacional, marcando distancia con los gobiernos panistas y posicionando a Morena como la fuerza que, según dijo, busca “acabar con la corrupción estructural en los estados”.
El pleito público entre ambas políticas perfila una disputa simbólica entre dos generaciones de poder femenino en México, con estilos distintos: una, la institucionalidad conservadora; la otra, la ofensiva política del movimiento en el poder.