El desplazamiento forzado está ocasionando que indígenas de los municipios de Aldama, Chalchihuitán y Chenalhó estén padeciendo hambre
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Más de tres mil personas en Chiapas, quienes se encuentran en desplazamiento forzado, enfrentan una emergencia alimentaria, que de prolongarse puede derivar en hambruna.
El Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México (FISANIM) y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), dieron a conocer que quienes conforman el Pueblo Maya Tzotzil del municipio de Aldama, Chalchihuitán y de la Organización Civil «Las Abejas de Acteal» en Chenalhó, además de no poder retornar a sus hogares, carecen de alimentos, lo que podría originar muertes debido al hambre y a la desnutrición.
El Frayba, manifestó que la organización ha documentado la vulnerabilidad a la vida de las familias que viven en desplazamiento forzado, ocasionado por la violencia generalizada cometida por grupos civiles armados de corte paramilitar en la región y la falta de atención integral de los gobiernos federal y estatal.
«En la documentación realizada por FISANIM y Frayba constatamos la situación de pobreza en la que viven las desplazadas y los desplazados, aunado a la falta de medidas sanitarias en el marco de la pandemia del COVID-19. La Región Altos está marcada como una de las zonas marginalizadas en el estado de Chiapas», expuso, Pedro Faro Navarro, director del Frayba.
Son tres mil 304 personas que se encuentran en situación de desplazamiento forzado, quienes pertenecen a los municipios de: Chenalhó, Chalchihuitán y Aldama, ciudadanos y ciudadanas chiapanecas que se encuentran en condiciones de hacinamiento en casas prestadas, rentadas y en situaciones críticas.
«Cuando se activa la violencia armada se resguardan en las montañas. Varias de las familias tienen sus casas quemadas, destruidas o baleadas, sin acceso a sus trabajaderos para el cultivo de sus tierras y sin poder sembrar y cosechar su maíz, frijol, frutas y verduras. Hasta el día de hoy, no tienen la posibilidad de salir a algún lugar para trabajar, no han podido ir a cosechar su café» detalló.
Por su parte, Ofelia Medina, fundadora de fideicomiso para la salud de niños indígenas de México, hizo un llamado urgente a las autoridades de la «4T» para actuar correctamente.
«Quiero preguntar qué historia vamos a escribir, se decía que juntos haremos historia, escribiremos la historia de un pueblo que exigió a su gobierno priorizar la alimentación y el derecho a la salud de los mexicanos… o pasar a la historia como un gobierno que construyó mega proyectos encima de la miseria», finalizó.