Mas del 50% de chiapanecos no les alcanza para gas

Uno de los datos más reveladores sobre las carencias que aún persisten en millones de hogares es el relativo al combustible que se usa en ellas para cocinar

Esmeralda Fonseca / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]l panorama de vivienda en la entidad da cuenta de la precariedad que enfrentan las familias chiapanecas, esto según los datos contenidos en la Encuesta de Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares 2016 (ENIGH), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque en la mayoría del país predominan las zonas urbanas, en el territorio chiapaneco la situación es distinta; pues hay un total de un millón 283 mil 529 viviendas, de las cuales el 97 por ciento de ellas son de tipo independiente; de dicho porcentaje, poco más de la mitad (50.9 por ciento) se encuentran en zonas urbanas, y la otra parte, 49.1 por ciento, en localidades rurales.
Lo anterior se asume con base en el criterio del Inegi, mediante el cual se consideran como localidades urbanas aquellas que tienen 2 mil 500 habitantes o más.
El 2.9 por ciento del total de viviendas, equivalente a 37 mil 435, son departamentos en edificios, cuartos en vecindad, cuartos de azotea y locales no construidos.
Debe destacarse que, del millón 283 mil 529 de los hogares en la entidad, el 78.5 por ciento de sus paredes están construidos con materiales de tabique, ladrillo, block, piedra, cantera, cemento o concreto; mientras que el 21.5 por ciento de las casas tienen muros endebles hechos de lámina de cartón, de asbesto o metálica; carrizo; bambú o palma; embarro o bajareque; madera y adobe.
Asimismo, únicamente el 35.1 por ciento de las viviendas independientes cuentan con techos de losa de concreto o viguetas con bovedilla; en tanto, el 64.9 por ciento vive bajo cubiertas de desecho, lámina de cartón, metálica, asbesto o de fibrocemento ondulada; palma o paja; madera o tejamanil; terrado con viguería y teja.
En relación con el piso de los hogares, el 15 por ciento está hecho de madera, mosaico u otro recubrimiento similar; el 76.1 por ciento es de cemento y el 8.9 por ciento es de tierra.
Respecto a la antigüedad de las mismas, la mayoría, el 35.7 por ciento, tiene entre seis y 15 años; le sigue el rango de cero a cinco años, con 19.1 por ciento de las casas; el otro 17.6 por ciento se encuentra entre los 16 a 25 años de edad; por último, el 14.5 por ciento lleva en pie 26 años o más.
Acerca de las disponibilidades con las que cuentan las viviendas en el estado, el 85.5 por ciento de ellas sí tiene un área (cuarto) específica para cocinar, de las cuales el 4.8 por ciento también posee con cuarto para dormir.
En cuanto a servicios públicos básicos, la mayoría de los hogares no disponen del medio adecuado o comodidad para obtenerlos.
Esto resulta paradójico, ya que Chiapas es una de las entidades de la región Sur-Sureste con mayor recurso de agua dulce per cápita; no obstante, es de los que tienen menor cobertura de este servicio para sus poblaciones.
Los datos hablan por sí mismos; el 42.5 por ciento de las viviendas recibe dicho líquido mediante una tubería afuera de la casa, pero dentro del terreno; el 19.7 por ciento a través de agua entubada por llave pública, captadores de lluvia, acarreada de otra vivienda, pipa, pozo, río o arrollo. Sólo el 37.8 por ciento de las familias tienen agua entubada dentro del domicilio.
De los hogares que tienen acceso al agua potable entubada, dentro o fuera de la vivienda, a una tercera parte le llega diario, esto es el 35.7 por ciento; mientras que un 29.3 por ciento cada tercer día y el otro 35 por ciento varía, puede ser una o dos veces por semana.
De acuerdo con los datos de la encuesta, el 97.9 por ciento de las viviendas chiapanecas sí cuenta con servicio sanitario.
A su vez, el 98.2 por ciento obtiene energía eléctrica mediante el servicio público, y el 1.3 por ciento restantes, la consigue por planta particular, paneles solares u otra fuente.
Uno de los datos más reveladores del ENIGH sobre las carencias que aún persisten en millones de viviendas es el relativo al combustible que se usa en ellas para cocinar. En Chiapas poco más de la mitad, es decir 54.1 por ciento, recurre a la leña o el carbón; de esas 694 mil 173 casas, el 73 por ciento expone su salud todos los días, pues no disponen de una chimenea o ducto para sacar el humo. Mientras tanto, el 44.4 por ciento del total de hogares usa gas de tanque, natural o de tubería; y sólo el 1.5 por ciento emplea la electricidad.
Con base en los resultados del Inegi, el 63.8 por ciento de la basura de las viviendas es recogida por un camión; el 28 por ciento se deshace de ella quemándola; y el 8.1 por ciento preocupa, ya que, en el mejor de los casos, la entierran, pero otros la tiran en un contenedor, a un sitio baldío, calle, río, lago o mar.
En el apartado de satisfacción de necesidades alimentarias, se muestra que, del millón 311 mil ocho hogares en Chiapas, el 63 por ciento, es decir, 832 mil 649 familias, confesaron haber experimentado alguna dificultad para satisfacer dichas necesidades.
De esa cantidad, el 19.4 por ciento de los adultos sintió hambre, pero no comió; el 14 por ciento comió una vez al día o no lo hizo; y el 1.8 por ciento tuvo que mendigar, mandar a los niños a trabajar u otras prácticas no aceptadas socialmente, para poder llevarse el pan a la boca.

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