Aunque representa un bajo porcentaje de los cánceres de piel, el melanoma concentra la mayor mortalidad; la exposición a rayos UV y la falta de detección oportuna siguen siendo factores clave
AquíNoticias Staff
El melanoma es una forma de cáncer de piel que se origina en los melanocitos, las células encargadas de producir melanina, el pigmento que da color a la piel. Aunque representa aproximadamente 1% de los cánceres cutáneos, es responsable de la mayoría de las muertes asociadas a esta enfermedad debido a su alta capacidad de diseminación cuando no se detecta a tiempo.
En el panorama nacional, durante 2022 se registraron 2 mil 198 nuevos casos de melanoma y 833 fallecimientos, cifras que subrayan la importancia del diagnóstico temprano y la prevención continua.
Contrario a la creencia popular, el riesgo de desarrollar melanoma no desaparece durante el invierno. Los rayos ultravioleta (UVA y UVB) están presentes todo el año, incluso en días fríos, nublados o lluviosos, y pueden dañar la piel de forma acumulativa.
Además, en zonas con hielo, nieve o superficies muy claras, el riesgo puede aumentar, ya que estas reflejan los rayos UV y elevan la exposición. Otro mito frecuente es pensar que los lunares pequeños no representan peligro; sin embargo, un lunar con cambios en tamaño, color, forma o bordes irregulares puede ser una señal de alerta.
Mitos y realidades del melanoma en invierno
- Mito: Los rayos UV solo afectan en temporadas de calor.
Realidad: Están presentes todo el año y pueden dañar la piel incluso en invierno. - Mito: En zonas con nieve disminuye el riesgo de melanoma.
Realidad: La nieve y el hielo reflejan los rayos UV, aumentando la exposición. - Mito: Los lunares pequeños no son peligrosos.
Realidad: Cualquier lunar con cambios visibles debe ser evaluado por un especialista.
Factores de riesgo
- Exposición prolongada a la luz ultravioleta.
- Presencia de lunares anormales.
- Antecedentes familiares de melanoma.
- Sistema inmunitario debilitado.
Las autoridades de salud recomiendan vigilar cambios en la piel, usar protección solar durante todo el año y consultar al médico ante cualquier alteración sospechosa.








