La escasa formación de docentes, la ausencia de una asignatura sobre este tema y el tabú de muchos padres y/o tutores hacia temas de índole sexual han dejado vía libre al internet para ser el primer acercamiento de los adolescentes a la sexualidad
Lucero Natarén / Aquínoticias
Aunque México ha intentado impartir educación sexual en las aulas, esto no ha sido suficiente. La poca formación docente en el tema, la ausencia de una materia que abarque el tema, y el tabú de muchos padres y/o tutores hacia temas de índole sexual ha hecho que lo poco que se imparte sea de modo ineficaz, lo que ha dejado el camino libre al internet y a la pornografía para ser los «educadores» de los adolescentes, su primer acercamiento a la sexualidad.
De hecho, el informe «(Des) información sexual: Pornografía y Adolescencia«, realizado por la ONG Save The Children expone que el 17.4 por ciento de jóvenes, de entre 13 y 17 años de edad, tienen su primer acercamiento a la pornografía de manera incidental mediante las ventanas emergentes que aparecen mientras se encontraban en páginas y plataformas de libre descarga de series y películas.
De los mil 753 adolescentes (hombres y mujeres) encuestados, más de la mitad indicó que ven contenidos pornográficos para saber qué hacer en sus propias experiencias, y para el 30 por ciento, estos videos representan su única fuente de información sobre sexualidad.
Por su parte, Celia Bizotto de la comunidad y portal de citas JoyClub, indica que, «cada vez estamos más sumergidos en una sociedad hiperconectada. Los y las adolescentes prácticamente viven conectados a las redes sociales y al Internet. Hay que entender que como sociedad, padres, y familiares, tenemos la obligación de educar a los más jóvenes sobre educación sexual, pues hoy más que nunca son vulnerables a toda la desinformación que hay en Internet».
Agregó que el constante uso de pornografía puede causar adicción y además, genera una realidad desvirtuada de lo que en realidad son las relaciones sexuales e, incluso, el amor. «La pornografía afecta la percepción sobre el sexo y genera conductas desinformadas y muchas veces peligrosas durante el encuentro sexual. De igual manera, fomenta una imagen errónea de cómo deben ser los cuerpos físicos de hombres y mujeres y también, muchas veces, lleva a la cosificación, a la violencia, a la sumisión y victimización».
Cabe destacar que, de acuerdo con el revisión anual del 2021 del sitio pornográfico PornHub, México es el mayor consumidor de audiovisuales pornográficos en Latinoamérica y el sexto a nivel mundial.
