Migrantes: con amenazas no les pueden quitar sus sueños

Con la amenaza de deportaciones masivas en el horizonte, muchas personas en movilidad se aferran a la opción de ingresar de manera legal, mientras que Tapachula se convierte en un refugio temporal sin muchas posibilidades

Aquínoticias Staff

En un contexto de incertidumbre política y endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos, cientos de migrantes continúan cruzando la frontera sur de México, decididos a alcanzar el llamado “sueño americano”. A pesar de las declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien prometió deportaciones masivas, las esperanzas de una vida mejor parecen ser un motor imparable para quienes buscan seguridad y oportunidades.

En las calles de Tapachula, una ciudad fronteriza mexicana que se ha convertido en un punto de tránsito clave, los testimonios de los migrantes reflejan tanto el agotamiento como la determinación. “Estamos muy lejos de nuestras casas como para regresar. Nuestro destino son los Estados Unidos, y vamos a esperar nuestra cita para entrar de manera legal”, expresó un migrante venezolano, quien destacó que regresar a su país no es una opción debido a la crisis política y económica que atraviesa.

Aunque la opción de ingresar de manera ilegal está presente, muchos rechazan esta alternativa debido a los altos costos que exigen los traficantes de personas y los riesgos asociados. “Nosotros no tenemos los recursos para pagarle a los coyotes. Por eso preferimos esperar con la CBP One”, añadió otro viajero.

Yoeglis, una venezolana que viaja con su hija pequeña, describe Tapachula como una ciudad con pocas oportunidades para los migrantes. Sin embargo, no pierde la esperanza de cruzar al norte. “Quedarme en México podría ser una opción, pero tendría que ser en el norte del país. En Tapachula no hay trabajo para los migrantes”.

Para Óscar, un cubano que escapó del régimen de su país, México representa un espacio de libertad, pero no su destino final. “Aquí puedo hablar libremente, algo que nunca podría hacer en Cuba. Pero mi meta sigue siendo llegar a Estados Unidos y reunirme con mi familia”, afirmó.

Mientras esperan en condiciones adversas, los migrantes que atraviesan México viven entre el miedo y la esperanza, aferrándose a la posibilidad de una vida digna. En sus voces resuena la resistencia frente a las barreras geográficas y políticas, recordándonos que la migración no solo es un acto de supervivencia, sino un grito de libertad.

Con información de Diario del Sur

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